0.

273 60 94
                                    


PRÓLOGO 

EMMA OLIVER



Mamá dice que no caiga en el primer chico que me encuentre porque puede ser malo, otras personas dicen que el amor se encuentra cuando menos te lo esperas y yo pienso que en cada amor hay un corazón roto. La verdad hay varias cosas que dicen sobre el romance y tantas relaciones que terminan que mi mente piensa en explotar.

Romances como la distancia, tóxicas, amorosas, dramáticos, lo que se gustan por su físico, los que hacen que su amor sea extremo, los que son posesivos y, por último, los de los corazones rotos. Digo eso porque a mi me pasó, estuve con alguien que me rompió el corazón por tres cosas: una, me fue infiel; dos, porque me dijo que había cambiado; y tres, porque se había enamorado con una chica mejor que yo, lo peor fue que me lo dijo un 14 de febrero en la mañana.

Habíamos coordinado hace meses para salir a la fiesta que quedaba al otro lado de donde estamos —Los Ángeles— para celebrar en Washington, había pedido permiso a mamá para irme con él, Javier y con Antonio, además con mi mejor amiga Andreina.

En ese día como dije me termino, estuve llorando horas hasta que una llamada de Javier me dijo que estaba abajo para salir a la fiesta. En ese entonces estuve mal, pero con unos tragos durante la fiesta, me sentía mucho mejor. Me dijeron que vaya por más trago y obedecí, entré a un supermarket y perdí el conocimiento, no recuerdo hasta el momento lo que sucedió y lo que hice, solo recuerdo que salí contenta con una historia muy emotiva. Y aquí estoy, un año después escribiendo este pedazo de la historia.


****


"Just friends don't do what we do, What we do, can't do without you"

[Solo los amigos no hacen lo que hacemos, lo que hacemos, no puedo hacerlo sin ti]

Suena la alarma.

Aquella música suena, haciéndome despertar mientras ruedo por las sabanas de mi cama, la luz del sol cegaba mi visión para dormir un rato más, así que me levante sin más, pero fue para apagar la alarma, que por cierto sonaba mi canción favorita.

La suave sabana blanca abrigaba mi piel, dejaba que mi placer en querer esa cama fuera por toda la vida, pero como arte de magia recordé sobre el proyecto de hoy y eso sería antes de las siete de la mañana. Me levanté con los ojos abiertos, el pelo hacia arriba y una locura inmensa en salir de la cama, cada movimiento que hacía más me enredaba hasta que tuve que tirarme al suelo y tengo que aclarar que si dolió.

Son las seis y tenía un tiempo de sobra, era las horas en donde yo me iba a correr, prepararme el desayuno, pero todo había cambiado por el día que escribía historias para mí misma. Escriba historias que salían de mi mente por diversión, no era para que gente me leyera o al menos eso lo tenía planeado, lo comencé haciendo desde los diez años y era mi centro pensamientos infantiles.

Bajé las escaleras y me encontré con mi madre haciendo el dichoso desayuno de todas las mañanas, mi padre se iba temprano de casa que ni lo veía en todo el día. Me senté rápido después de un gesto que decía que estaba listo mi desayuno de mi madre y comí, estaba delicioso.

—Hija, termina rápido el desayuno que vas a llegar tarde —al otro lado, mi madre estaba con un café en la mano y en la otra arreglando su cartera negra. Obedecí y me fui por mi mochila y los papelotes enrollados.

Corazones Rotos © [BH#1] (Completo ✔)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora