Andrómeda Tonks (antes Black) fue repudiada por su familia al casarse con Ted Tonks, un mago hijo de muggles. Ambos se casaron después de salir de Hogwarts, lo único que sabían de ellos es que tuvieron una hija.
Freya se había decepcionado de ella al enterarse, Andrómeda le enviaba cartas pero Freya no las respondía, con el tiempo la rubio fresa comenzó a extrañar a su prima, pero no podía enviarle cartas ya que sus padres las leían antes de enviarlas, y en Hogwarts era bien vigilada por su hermano, con el tiempo Andrómeda también se cansó de insistir.
―Es simplemente perfecta. ―volvió a decir Acacia mientras miraba su antebrazo izquierdo imaginando la marca ahí. ―Vi la de Bellatrix, dice que nuestro señor es maravilloso.
―No es "nuestro señor", Acacia. Deja de decir esas cosas con tanta libertad, cualquiera te podría oír e ir con el viejo de Dumbledore. Recuerda que Alec, Evan, Thorfinn y Niklaus ya tienen la marca, los puedes delatar de manera inconsciente, no me gustaría ir a visitar a mis primos a Azkaban.
―No seas una amargada, Tria. Él es nuestro señor, será el mago más asombroso de todos los tiempos. ―soltó con una risa frívola.
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―¡Es una niña insoportable! ―gruñó Demetria. ―No deja de hablar, si sigue así mis primos, tu hermano y tu tío tendrán una celda en Azkaban. ¡Fíjate por donde caminas, sangre sucia!
Blair Holt, al igual que las Slytherin, iba en sexto año, solo que en Ravenclaw. Era una adolescente hermosa de piel morena y de cabello negro y con ondas que caían por su espalda. Venía acompañada de Alice Fortescue, una chica de ojos azules y de cabello negro, de Gryffindor un año mayor que ellas, y por su mejor amiga, Rowan Carson, ella era una pelirroja de ojos esmeraldas que resaltaban, ella también iba en Ravenclaw.
―Creo que eras tú la que no estaba mirando al frente, Rowle. ―respondió Blair, ignorando el insulto de Demetria.
―Yo estaba mirando perfectamente al frente, eras tú la que andaba en su maldito y despreciable mundo.
―¿Qué sucede aquí? ―preguntó Niklaus, que se había acercado silenciosamente a las espaldas de las Slytherin.
―Holt chocó a Demetria. ―respondió Freya de manera aburrida.
―Perdónalas Blair, a veces ambas se vuelven insoportables. ―dijo Niklaus, haciendo que ambas Slytherin lo vieran como si le hubiera crecido un tercer ojo. El castaño se había dirigido a la Ravenclaw por su nombre. ―Vamos chicas. ―dijo arrastrando a su prima y a su mejor amiga fuera de la vista de ambas Ravenclaw y de la Gryffindor.
