Me hacía la idea de que debido a la falta de descanso nosotros éramos más propensos a la volatilidad de nuestras emociones. Es decir, mi mente no se detenía ni un instante, siempre estaba activa, y las pocas veces en que lograba dormir aún seguía procesando cosas en mi subconsciente.

-En realidad, sí.

Por primera vez, desde que habíamos comenzado a estudiar sobre la famosa cura, Sunmi sonaba realmente esperanzadora. No me gustaba sonreír, porque detestaba sentirme inseguro con respecto a mi apariencia, pero me fue imposible controlar la gran mueca feliz que se formó en mi boca. Dejé el libro que estaba "leyendo", y gateé por el suelo hasta que sus manos se posaron en mis hombros, deteniéndome.

-¡Qué es... Oh Dios... Por fin!

Ella rió. El sonido era dulce y delicado.

-¡Tranquilízate, niño!-dio un leve golpecito en mi frente. Me senté sobre mis pantorrillas e intenté calmar mi propia emoción-. No sé si funcionará, es solo una idea... Estuve buscando en los grimorios que mi madre escribió, hmm, es raro pero había una sección de hojas salidas y... No te vayas a asustar ¿Bien?

Yo me asusté.

Pero fingí ser lo suficiente valiente para escuchar lo que tuviese que decirme. Asentí ansioso, ella resopló acariciándome el cabello.

-Siendo sincera, yo nunca he practicado esta clase de magia, si lo he hecho con humanos y el señor de la noche está de testigo, pero al parecer mi madre cruzó una línea más peligrosa que la nigromancia- sentí la forma en que se le engrosó la voz, como si tuviese que hablar más fuerte para darse a entender. Mi mente solo era un nudo demasiado enredado para saber cómo tomarme sus palabras. Ella prosiguió-. Hay un tipo de vudú que es difícil de practicar, sobre todo porque la sangre que se necesita no es fácil de conseguir... Lobos y vampiros. Necesitamos su sangre.

El perfume de cerezas que utilizaba se alejó de mí. Moví la cabeza en dirección de donde sus zapatos, seguramente altos, se dirigían. Sangre de... ¿Lobos y vampiros?

-¿E-estás segura?

Los pasos se detuvieron por fin.

-No con certeza, pero cuando tenía ocho años y recién comenzaba a entender lo que mi familia hacía, yo no entendía porqué habían algunas noches en las que mi madre no me permitía presenciar las ofrendas, ni los conjuros. Pero una vez me escabullí y vi lo que tanto me querían esconder, aunque cuando desperté creí que todo había estado en mi imaginación... Ahora, no creo que eso haya sido así.

El nudo pesado que se formó en mi garganta, hizo que las palabras saliesen asfixiadas desde mis labios.

-¿Qué fue lo que viste?

Hubo un largo silencio entre nosotros. Fue tan áspero como el momento antes de que una tragedia sea anunciada. Yo temí, y temblé expectante de oír lo que Sunmi tenía que decir.

-Un lobo... y una muchacha. ¿Has tenido sueños macabros de pequeño? Yo pensé soñar que mi propia madre les cortaba la garganta a un bello animal, y a una pobre muchacha.

-Oh...- Abrí la boca para soltar las palabras que se refugiaron en el comienzo de mi garganta. Tragué saliva, entonces, lo intenté- ¿D-debo matar a un lobo y a un vampiro?

Sunmi se rió. Ella realmente estalló en carcajadas.

-No lo sé- dijo luego de que su risa acabase-, supongo que a mi madre solo le gustaba ser extremista, recemos para que con un poco de sangre sea suficiente.

No pude reír como ella. Solo pude pensar en que otra vez, la cura se me escapaba de las manos.

<<🌙>>


Caelum ~ {Nomin/Markhyuck}Where stories live. Discover now