Viaje astral

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- ¿Qué pasa aquí? - Grité - Maldita sea... ¿Qué pasa aquí? ¿Ahora que vamos hacer? - Ir a rescatarla - Dijo Lucas muy serenamente como si eso fuera lo más normal del día - Pero yo no puedo hacerlo. - No te estoy pidiendo que hagas algo - Dije furioso - Solo quiero saber cómo ir a rescatarla. - Te gusta la chica ¿eh? Jojojo... - Dijo Lucas sonriendo - Se fue para no volver. Ese demonio que viste es fuerte y se ha estado alimentando de tu ira desde que llegaste. - Maldito viejo - Lo agarré por el cuello y lo alce - Me vas a decir como la salvo o aquí mismo te mando a buscarla. - ¡Joseph calmate! - Dijo Louis agarrando mis brazos - No vale la pena. Por favor, buen hombre dígame ¿cómo podemos rescatar a nuestra amiga? - Ya les dije, no se puede - dijo el viejo acomodándose el traje - a menos que hagan un viaje astral, tienes que dejar tu cuerpo atrás para buscarla. - Yo voy - Me ofrecí, en este momento de mi vida estaba totalmente seguro que era un estúpido al pensar que todo esto eran juegos de niños pero mi madre nos enseñó que debíamos ser valientes y salvar a quien lo necesite - Louis es tu cumpleaños y tienes tu novia que necesita de ti, si no vuelvo ya sabrás que hacer o a quien acudir. Mi abuela era una médium, quizás ella me salvaría. - Pero hermano - me respondió - Me da miedo perderte. - No me perderás - dije furiosamente mientras lo abrazaba - Ese maldito demonio me debe una, además esto no se queda así. Lucas y yo vamos a tener una conversación poco amable cuando vuelva. - Eso si vuelves, jojojo... - Dijo Lucas en tono burlón y satírico - Empecemos.


Me acosté en el sofa de la sala y cerré los ojos. Luego de unos minutos escuchando el cantico de Lucas, que para mí parecieron horas, me levante del sofá, mi cuerpo estaba todavía acostado con los ojos cerrados y la habitación había adquirido un color más oscuro.


- Joseph ¿puedes oírme? - Dijo Lucas. - Fuerte y claro - le respondí. - Vale, este portal solo estará abierto unas cuatro horas, ese es el tiempo que tienes para no volver. Buenas suerte, iluso.


Mi mente hizo caso omiso de su última tontería porque estaba enfocado en poner todo en orden. Así que entré a la tv.

Pensaba que caería en unos circuitos y entraría a una película de terror, pero no fue así. Era un pasillo largo con muchas puertas a sus lados, se asemejaba a un hospital psiquiátrico. Mi mente seguía en determinación como si fuera un soldado.


- Deokie ¿estás ahí? - Empecé a gritar pero el silencio era ensordecedor.


De repente una mujer vestida de un uniforme blanco apareció delante de mí y me miró detenidamente en silencio, su rostro me hacía familiar, pero mi expresión era neutra, luego siguió su rumbo y desapareció en una de las habitaciones sin abrir la puerta.


- ¿Quién era esa persona? - pensé - Ah ya recuerdo, Violeta.


Violeta era mi compañera y gran amiga de la universidad, e incluso trabajamos juntos, era una mujer esplendida y de buen corazón, su único error fue casarse con un psicópata que la asesino por celos. Lloré amargamente esa muerte.


- Joseph concéntrate - Me dije a mi mismo - ¿Dónde estarás?


Camine no menos de una hora. Según relatos de mi hermano, el tiempo en el mundo espectral pasaba de otra forma. ¿Cuánto tiempo me quedaba? Se me prendió el bombillo y corrí buscando el final de todo el pasillo.

El destino de los médiumsWhere stories live. Discover now