El final de mi incredulidad

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Había entrado en la catedral mi amiga Violeta y sin mediar palabras agarró por el cuello al demonio, lo alzó y me dijo:


- Eres un tarado, ¿Qué haces aquí? ¿No me escuchaste cuando te dije en ese pasillo que te devolvieras? - Tu no me dijiste nada - Le respondí con lágrimas en los ojos - O bueno, no pude escucharte. - Te quise tanto cuando estaba viva que me confiaron ser tu ángel de la guarda - me dijo y se volteó hacia el demonio casi sin aliento - Así que estás muy equivocado si piensas que mi protegido va a morir en manos de un demonio de clase baja.


De su espalda se levantaron par de alas con plumas tan blancas como perlas y su brazo fue apretando más el cuello del demonio.


- Mal...Maldita - Balbuceo él sin casi fuerza - Suél...tame. - Vale - Le dijo sonriendo y lo lanzo al otro lado de la catedral, los demás espectros seguían sentados sin moverse, parecían que estuvieran en un plano diferente a nosotros - Tus deseos son mis órdenes. - Muérete entonces - Le respondió y se abalanzó sobre ella con sus garras pero lo que hizo fue cortarle el brazo con una estocada de una espada. - Eso no me está permitido - dijo tranquilamente mientras le clavaba la espada en el pecho y luego la misma se desvaneció con el cuerpo del demonio.


Estaba muy sorprendido y feliz de volver a escuchar su voz pero no podía moverme, la fuerza en mi cuerpo había desaparecido. Ella nunca se fue y eso me hacía pensar muchas cosas.


- Estoy contigo hasta el final, Joseph - Me abrazó y me dio un beso en la frente - Yo te protegeré.


Acto seguido desperté en la sala con un sabor metalizado en mi boca, Deokie tenía mi cabeza en sus piernas y tenía en sus manos un pañuelo lleno de sangre. Imaginé que era mía. El sr. Lucas no recordaba nada y tampoco sabía cómo había llegado ahí. Todo era una trampa de ese demonio. Pero... ¿Por qué nosotros?


- ¿Estás vivo? - Dijo Faith - Pensé que te perdíamos. - ¿Cómo lograste salir vivo de ese demonio? - Preguntó Deokie.


Decidí ser un poco cerrado y quedarme con esa versión de los hechos para mí solo, y lo que hice fue sonreír.


- Gracias por salvarme - dijo Deokie dedicándome una sonrisa - Eres un héroe. - Estoy muy lejos de serlo - Le respondí algo cansado y caí dormido.


Al día siguiente todos estaban listos para irse, excepto yo. Quería saber ¿el por qué de lo sucedido? llamé a mi abuela y le conté todo lo que pasó con muchos detalles. Ella escuchó atentamente del otro lado del teléfono y me respondió:


- Eres de una familia de médiums Joseph ¿qué podías esperar? Somos los blancos de los demonios porque nos ven como su portal a este mundo. Tú eres muy escéptico, espero que con esto ya no lo seas, por eso te atacó. Tenías la guardia baja. - Pero... - Le replique - ¿cómo puede ser ella mi ángel de la guarda? - Solo Dios sabe el porqué de las cosas hijo - Me dijo muy serenamente - No le des vueltas al asunto. - Ok abuela - Me despedí - muchas gracias por todo, ¿te podemos visitar pronto? - Mi casa es tu casa - se despidió ella - Ven cuando quieras y así te explico algunas cosas.


Todo era igual de normal. A excepción de esas cuatro horas, ahora tenía otra percepción del mundo y entendía que había sido un idiota al cegarme a esas posibilidades. Faith y su amiga se fueron en su carro, mientras que mi hermano y yo decidimos llamar a la policía para que ayudaran a Lucas a encontrar su hogar.


El policía pensó a simple vista que estábamos secuestrando al señor pero luego, él mismo dijo que lo habíamos tratado de maravilla y que nunca había comido una hamburguesa tan sabrosa como las que yo preparo. (Nadie le da de comer una hamburguesa a un secuestrado) Me sentí mal por haber querido matarlo esa noche, todavía seguimos en contacto con él.


Es un señor muy amigable y solitario, cuando lo visitamos le llevamos algunas cosas y él se alegra mucho, nos llama hijos. Se lo merece.


Y ahora que soy creyente de lo paranormal. Visito seguidamente la sepultura de mi amiga Violeta, mi ángel de la guarda. Le llevo siempre claveles morados, recordando el broche que siempre adornaba su cabello.


Deokie regreso a casa de sus padres, aunque estamos a hora y media de distancia, seguimos en contacto vía telefónica. Es una chica esplendida y de buenos sentimientos. Siempre me habla de cosas interesantes. Espero que ella no tenga que volver a pasar por un evento como ese.


- Fin.

El destino de los médiumsWo Geschichten leben. Entdecke jetzt