La noche en que todo ocurrió

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Hay cosas del mundo que la ciencia no puede explicar y dudo mucho que alguna religión o alguna persona, tenga en sus manos la versión real de los acontecimientos que hicieron levantar los yacimientos de este planeta. Lo único que puedo acotar es que la iglesia tiene parte de esa verdad...


Mi historia no es una típica narración de terror porque la viví en carne propia.

Me presento, mi nombre es Joseph, tengo 24 años y soy la persona más escéptica que te vas a encontrar a lo largo y ancho de la tierra. No creo en cuentos de Dioses y muchos menos demonios. Para mí los brujos son unas personas estafadoras que quieren verle cara de idiota a los ilusos que caen en sus garras y la fe solo tiene cabida como una palabra más en el diccionario. Pero... Lo que paso esa noche todavía me congela la sangre, me pone pálido y me hace caer en cuenta que todo lo que pensaba una patraña del ser humano es verdad.


Corría el verano del 2018, exactamente 13 de agosto. Cumpleaños de mi único hermano, Louis. Él era una persona más abierta a cosas paranormales, le encantaba ver películas de exorcismos, adorador del terror de media noche donde un sacerdote ponía fin a una posesión demoníaca invocando una fuerza divina. Cosa que me servía para burlarme de él.


- ¡Bah Louis! - Exclamé mientras conducía hacia el lugar - Esos son cuentos de niños, nadie en su sano juicio diría esas ridiculeces. Recuerda lo que decía mi abuelo, la gente de este condado esta cu-cu.

- Joseph no te cierres a las posibilidades - Me dijo mi hermano mientras hurgaba en un estuche con CD - ¿Qué sabes tú qué hay después de la muerte?- Jajaja... Si me estrello podemos averiguarlo - Le dije sonriendo para asustarlo. - Amas mucho tu insensible vida como para matarnos - Se burló de mi sin levantar la mirada - así que deja tu estupidez y sigue siendo el buen piloto que eres. - Eres un ser muy maduro para creer todas esas locuras - Lo fastidié - imagínate que nos salga un demonio esta noche en esa casa. - No invoques cosas que no sabes cómo ahuyentar - me dijo cambiando el tono de voz a uno muy serio. - ¡Bah! lo que usted diga cumpleañero. - Ya mi novia me acaba de avisar que llegara un poco tarde - me replicó mirando su teléfono - Viene con una amiga.


La reunión por su cumpleaños daría lugar en la antigua casa de mis abuelos situada en uno de los lugares más tenebrosos y oscuros de la región, ya que en ese condado nació y creció la persona que le dio vida al asesino del Zodiaco (supuestamente). Era una historia algo peculiar porque nadie sabe quién rayos es ese tipo. Pero los lugareños aseguran haber visto a esa persona entablar conversación con un ente demoníaco y escucharlo hablar latín. Al llegar nos reciben dos personas que nunca había visto en mi vida, lo primero que pensé fue que eran unos inquilinos de la casa (ya que mis abuelos solían alquilarla por los intentos fallidos de venderla), pero no nos habían dicho nada del tema.


El primero era un señor mayor que parecía de más o menos 70 años, usaba un bastón y estaba vestido muy elegante con un traje y un sombrero de copa. La segunda era un hombre de quizás unos 40 años de edad tenía la mirada fija en mí, lo miré con recelo pero él no se intimidó y me siguió mirando serenamente.


- Buenas tardes señor - Me presente - Mi nombre es Joseph ¿Me podría decir quién es usted? - Se quién es usted joven, mi nombre es Lucas - Se presentó el señor mayor con una sonrisa - Soy el inquilino de esta casa pero los estaba esperando. - ¿cómo sabe que vendríamos? - Me puso un poco nervioso y seguía mirando al hombre que no me dejaba de ver. - Hay cosas que jóvenes como ustedes desconocen - me respondió - Feliz cumpleaños joven Louis, ya son 22 años. - Muchas gracias señor Lucas - contestó diplomáticamente mi hermano - Me imagino que eres amigo de mis abuelos. - Yo diría de sus familiares - Sonrió el viejo - Pero pasen, están en su casa. Mi hermano hizo una reverencia y entramos a la casa. Todo estaba igual, con excepción del tipejo que no dejaba de mirarme, hasta que de pronto desapareció y mi calma volvió. Respire y empecé hablar con el señor: - Señor ¿Lucas? - Sí, dígame - me respondió. - ¿Me podría decir que se trae el señor que estaba al lado suyo cuando llegamos? - ¿Cual hijo? - Respondió atónito - Yo vivo solo desde que mi hijo murió hace 15 años. - ... - Mi piel se puso pálida, sentía como si me hubieran apuñalado con una daga congelada en el pecho y pensé:"Cálmate quieres, seguramente este es un viejo idiota que te quiere ver la cara de estúpido. Yo sé lo que vi y ese tipejo cuando lo vea le preguntaré que rayos se trae, pero ¿por qué Louis se refirió allá afuera al señor en singular y no en plural?"

El destino de los médiumsTahanan ng mga kuwento. Tumuklas ngayon