Commodus.

1. Amigos desde siempre.

Solo se oían risas, risas de aquellos niños jugando felices.
- Te gane!! - exclame.
-Claro que no, yo te gane!! - dijo mi amigo commodus.
-Jajaja, muy bien, cesar.
-Gracias, me encanta que me llames así.
-Lo se, y se que algún día tu seras él mejor cesar de toda la historia de Roma. - Dije mientras miraba mi espada de cartón. Estábamos jugando, como en los juegos plebeyos.
-Agradezco tu amabilidad querida amiga. - Sonreí.
Commodus y yo hemos sido amigos desde muy jóvenes, tenemos alrededor de 13 años. Él desea algún día llegar a ser él emperador de Roma y yo siempre le he dicho cesar, para alentarlo.
-Quieres jugar otra vez amigo mio? - pregunte.
-Esta bien, es seguro que yo ganare.
-Ya veremos. - empezamos a jugar otra vez.
(…)
Luego de un largo tiempo de juego decidimos ir a montar caballo.
-Y adonde iremos?
-No lo se, nuestros caballos nos guiaran a cualquier lugar.
-Solo espero que no tan lejos.
-No se los permitiré. - luego en ese momento llego su hermana lucila.
-Hermano? Adonde van? Tienes permiso de nuestro padre?
-Oh, hermana, voy a dar un pequeño paseo a caballo junto a nuestra querida amiga.
-Sabes que no puedes hacerlo sin permiso de nuestro padre, verdad?
-Lo se hermana, pero nuestro padre si nos dio permiso.
-Muy bien, los acompaño.
-Eso seria excelente. - dije y ella se fue por su caballo.
Cuando llego iniciamos con nuestro recorrido, los caballos nos llevaron a cualquier lugar, yo solo tenia ojos para Roma, es un bello lugar. Volte mi vista hacia commodus y me fije que él estaba observándome, al voltear mi vista él me regalo una sonrisa, yo le devolví él gesto.
-Commodus. - dije.
-Que sucede?
-Por que tan callado? Siempre estas hablando de algo.
-Solo contemplo tu bello rostro y él de mi hermana. - La verdad es que creo que commodus siente algo por mi, pero yo no siento nada por él, solo es un gran amigo.
-Pues gracias, pero si solo nos miras a nosotras no crees que tu caballo podría chocar con algo o alguien?
-Tienes razon, fijare mi vista al frente.
-Esta bien. - volteo su vista y seguimos con él recorrido, estábamos en un lugar casi desierto, no habían muchas personas allí, luego se me ocurrió una idea.
-Commodus, lucila?
-Que sucede? - pregunto lucila
-Que les parece hacer una carrera? Él ganador…
-Se convertirá en él nuevo emperador. - interrumpió commodus.
-Commodus, dejame terminar por favor.
-Lo siento querida amiga, por favor continua.
-Gracias…El ganador se podrá sentar en la silla del emperador, claro si el emperador nos da él permiso.
-Esta bien, iniciemos con la competencia. - Dijo commodus.
-Muy bien, a la cuenta de tres…uno, dos…Tres! - iniciamos con la carrera, íbamos en linea recta, yo estaba en la delantera, luego me seguía commodus y luego lucila. Al llegar a la meta invisible, él ganador fue commodus.
-Muy bien cesar, tu te sentaras en la silla del emperador. - dije.
-Seria un honor. - me sonrió.
-Felicidades hermano. - dijo lucila.
-T/N, querida amiga.
-Que sucede?
-Podrías venir por aquí, por favor.
-Claro. - dije insegura.
-Nos disculpas hermana?
-Claro, hermano. - dijo seria, molesta.
Commodus se acerco, me tomo de la mano y me llevo a un lugar especial, estábamos cerca del campo en donde realizan los juegos.
-Quiero algún día poder ver luchar a todos los legionarios que hay. - dije dando vueltas mientras contemplaba él lugar, nunca había entrado en toda mi vida.
-Y pronto los veras, estis son los mejores juegos.
-Cuantas veces los has visto?
-No lo se, creo que al menos unas 10 veces o quizás mas.
-Te envidio amigo mio, ojala algún día pueda entrar contigo y tu hermana.
-Sabes…estuve hablando con mi padre para que puedas quedarte con nosotros, al menos hasta que consigas un nuevo hogar y así podrías acompañarnos en algunas cosas.
-Eso seria grandioso, gracias commodus. - La verdad es que no tengo padres, ellos fueron asesinados cuando yo era una bebé, ahora vivo con mi tía y a decir verdad ella no me cuida. Conocí a commodus un día cuando su padre me ayudo a levantarme, él y commodus estaban pasando por él pueblo, me habían empujado y las personas me estaban pisoteando, mi tía se había alejado y yo estaba perdida, él emperador me levanto y me llevo con él a su hogar, allí, en ese momento conocí a commodus, teníamos alrededor de 4 años, empezamos a hablar y tiempo después su padre me invitaba a su hogar, allí gugaba con lucila y commodus, algunas veces lo considero como mi hermano.
-Siempre te voy ayudar amiga mía, después de todo nos conocemos desde los 4 años, siempre te protegeré y se que tu también me protegerás.
-Claro, eres mi amigo de toda la vida, algunas veces te consideró mi hermano. - Sonreí y él me tomo la mano, se acerco y nuestros rostros estaban a unos pocos centímetros de distancia, intento besarme pero yo volte mi vista rápidamente.
-Commodus! Tenemos 13 años, no me puedes besar.
-Lo siento T/N.
-Dime algo commodus, cuantas veces has intentado besarme?
-No lo se, creó que demasiadas veces.
-Y que es lo que siempre te digo?
-Que no te puedo besar.
-Exactamente, somos muy jóvenes.
-Lo siento T/N.
-Esta bien, solo intenta no volver a cometer él mismo error.
-Muy bien, lo intentare. - dijo muy apenado.
Afuera del lugar se encontraba lucila, curiosa y un poco enfadada, ella siempre sospecho sobre T/N y commodus.
Luego de un rato salimos del lugar y subimos a nuestros caballos, lucila nos miraba curiosa, pero no le preste importancia.