Capitulo 27

90 9 7
                                    

Dean Winchester muy pocas veces sentía miedo, generalmente lo sentía cuando estaba a punto de perder a Sam o incluso cuando Elena se ponía en riesgo, pero jamás había sentido miedo al tener que hablar con alguien. Hablar con Elena sobre lo que estaba sucediendo con Christian le daba un escalofrío por la columna, incluso sentía que sudaría frío en cualquier momento. Sabía que Elena no reaccionaría bien, sabía perfectamente que ella se angustiaría y, diablos, él no quería ver esa escena. La amaba demasiado como para contarle lo que haría que ella se ponga mal.

Camino con lentitud hacia la habitación de Christian, la puerta estaba entreabierta y pudo escuchar como ella aún estaba hablando con él. Tal y como lo había pensado.

- Mamá. – se escuchó a Christian ya a medio dormir. – me gustan más las historias con la princesa.

- Pero esta tenia a una princesa en el cuento. – dijo Elena con una voz dulce y risueña.

- Si, pero es mejor cuando no necesita que los héroes la salven, vos sos la princesa más valiente de todas mamás. – Dean miró empujando la puerta sólo un poco más y noto como el pequeño acariciaba la mejilla de su mamá, la cual estaba recostada a su lado.

- Buenas noches Christian, sabes que estoy a dos puertas hacia la derecha cualquier cosa, ¿sí? – susurró.

- Si mamá – murmuró ya medio dormido el niño y Dean dio dos pasos hacia atrás cuando vio a Elena caminar a la puerta.

- Nena, debemos hablar de algo. – habla bajito, aun sabiendo que las paredes del bunker eran suficientemente gruesas como para que el ruido no moleste al pequeño que seguro ya estaba dormido. Sin embargo, al verla refregarse los ojos en señal obvia de sueño le hizo olvidarse como hablar, apenas logro hallar un poco de voz cuando ella lo observo directamente a los ojos confundida por su presencia.

Elena dio esos pasos extra hacia él y estampó sus labios contra los suyos, dejando paralizado a Dean por unos momentos, no se esperaba eso para nada. Le siguió el beso y tomo su cintura con ternura, tratando de calmarse un poco para así poder hablar con ella sobre su hijo. Elena se alejó apenas unos centímetros para mirarlo a los ojos y le robo un beso más.

- Seguís siendo mío, ¿verdad bebé? – susurro contra su boca y Dean asintió hipnotizado por sus ojos grises que lo observaban demandantes. Elena sonrió traviesa y acercó su boca a su oído. - ¿estuviste con muchas perras el tiempo que no estuve? Decime Dean, ¿ellas lo hacían bien? ¿Te hacían estremecer como lo hago yo con solo hablarte suave al oído? – Dean lamio sus labios y la tomo por la cadera para estamparla contra la pared del bunker.

- Ninguna se compara con vos nena. – beso su cuello y sonrió al sentirla jadear. – diablos, no sabes cuantas veces tuve que masturbarme en el baño pensando en vos porque ninguna era suficiente.

- Llévame a tu habitación bebé, por favor. – Dean no dudo un segundo en obedecer a lo que ella pedía.

Aun recordaba, claro que lo hacía. Ellos habían adquirido una dinámica en la habitación que no había logrado con ninguna mujer jamás. Con solo mirarse se entendían. Elena tenía el control siempre, pero le daba el falso mando el él, Dean siempre había amado eso desde el primer momento.

- De verdad creo que Elena sabia – dijo Sam esta vez en voz alta, hacía unos cuantos minutos que le estaba dando vuelta al tema y algo en las actitudes de Elena le hacían pensar que algo oculta.

- No lo creo. – contestó Castiel sentado en la mesa frente a él. – también creo que oculta algo, pero no es esto, si lo fuera no habría aceptado venir al bunker.

- No creo que ella lo permitiera. – comento Jack sonando un poco molesto. Él quería a Elena y la observaba contantemente cuando Christian estaba a su alrededor, siempre se preguntaba si todas las madres eran igual de dulces que ella. – Elena quiere mucho a Christian y sabe por vos, Sam, lo malo que puede ser beber sangre de demonio.

La belleza del lado oscuro | SupernaturalDonde viven las historias. Descúbrelo ahora