14. Calendario Lunar.

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La vez que me caí rodando por la colina, estoy segura de que también tuvo que ver en ello.

El punto es que no la estaba tomando solamente conmigo, si no con otras personas, lo cual me parecía irresponsable.

Así que finalmente respondí.

—¿Qué idea tienen?

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El libro cayó pesadamente sobre el suelo de la habitación, las tres estábamos rodeando el libro con aparente cubierta de cuero desgastado, una se las gemelas sacó su varita color hueso y lo abrió, con simples movimientos iba pasando las páginas amarillentas.

Pronto comencé a sentirme insegura.

Cada vez las ilustraciones comenzaban a trastornarse más, y más... hasta tal punto que hubiese querido cerrar los ojos. Si fuese una película o un libro de mal gusto no tendría problema. Pero era la realidad ¡La realidad es horrible! Siempre imaginé que la magia era maravillosa (lo es), pero... no contaba con todas las opciones del menú.

—Lo encontré.

—A ver —me asomé un poco más, pero entendía poco, así que gatee hasta colocarme a un lado de ellas y ver mejor. Asentí—, no entiendo nada.

Yo no era la del problema, era el libro. Estaba en latín... en lo personal no sabía latín ¿por qué no se latín? ¡No tengo idea! Tal vez porque la educación en Latinoamérica no sea igual de eficiente.

Eva suspiró y Zoé pestañeó varias veces— Será complicado —Dijeron.

—¿Qué pasa?

—Hay ciertos criterios...

—... que deben cumplirse antes.

Asentí, la recolección de recursos. Una de las gemelas se levantó y tomó mi diario (mi precioso), en el cual plasmaba estas maravillosas palabras. Lo abrió de golpe y lo que parecía una sonrisa se dibujó en su rostro.

—Has mejorado tu escritura.

—¡Suelta eso! —Le grité mientras me levantaba y me lanzaba a ella como un imán siendo traído por otro. En un elegante movimiento ella se hizo a un lado, dando como resultado que yo estuviese a centímetros de chocar con la pared— ¡Eva!

—Silencio, estoy poniéndome al día.

Iba a voltearme una vez más dispuesta a arremeter contra ella, pero Lucifer maulló y me hizo arrepentir. "en cualquier otro momento podrían leerlo", pensé. Así que me volví a sentar en el suelo cruzada de brazos y piernas con el ceño fruncido.

¡No había derecho alguno! Era (y es) mío. Aunque algunas veces me avergüence, como el inicio... o a la mitad, o algunos capítulos ¡No soy escritora! Tengo 13 años, mi único deber debe ser estudiar, no afrontar mis problemas con papel y tinta.

—¿Por qué no corriges el principio? —señaló una de las dos.

—No. Ya está así, no lo cambiaré... aparte de que me da flojera murmuré lo último.

—Bueno, esto servirá —cerró el pequeño cuaderno y me lo extendió, se lo arrebate de las manos y lo lancé a la cama sin ver nada.

—¡MEEWWW!

¡Cállate tu!

Fer me mostró los dientes, molesto. Así que en mi actitud madura hice lo mismo, hubiésemos seguido en nuestra batalla pero las gemelas nos interrumpieron.

—Suficiente —me volví para mirarlas de frente. Entonces comenzaron a saltearse las oraciones.

—Escucha atentamente, Spellman.

Una latina en Hogwarts (ULEH #1)Where stories live. Discover now