Corría el año de 1980 en un pequeño pueblo de Japón, de esos que parecen casi olvidados por el tiempo, los últimos 3 clanes ninja que quedaban en pie luchaban entre sí por el poder del territorio, un brutal atentado contra el clan ninja más prometed...
Kagura por su parte sonrojada abrazó al joven. —Cada vez que yo vea la luna dejaré que me abrace con su luz, a si podré sentir tus abrazos. Beckett ¿qué te parece si seguimos caminando para llegar por nuestros helados y después caminar hacia el lago?—.
—Claro que sí, vamos a mí me gustan mucho los helados de chocolate son mis favoritos. Y... ¿El tuyo? ¿Cuál es Kagura?—, deslizó Beckett.
—Mi favorito sin duda es el de vainilla, pero dime ¿lo pedimos para comerlos aquí o talvez quieras que lo vayamos comiendo por el camino?—, preguntó kagura mientras abría la puerta de aquel lugar.
—Me parece buena idea si los comemos por el camino—, respondió Beckett mientras caminaba al mostrador. —Disculpe señor ¿podría venderme dos helados para llevar por favor? Uno será de vainilla y el otro de chocolate.
—Claro joven ya salen dos helados, si gustan pasar a la caja en lo que les entregan su pedido—, les contesto el señor de la tienda.
Beckett se dirigió a la caja para pagar los helados, —mira kagura aquí vienen, como era de esperarse el que yo elegí se ve más rico.
—¡¡Claro que no!! Mi helado se ve mejor, ahora vamos a caminar por el lago ¿qué te parece?—, kagura sujetó la mano de Beckett para iniciar su recorrido.
—Claro que sí, sabes kagura, siempre estaré esperando tu regreso no importa cuanto tiempo tardes yo estaré aquí—. Dijo beckett mientras caminaba hacia el lago.
—Que lindo eres Beckett, trataré de regresar lo más pronto posible, de esa forma volveré a verte—, deslizó la joven kagura mientras le daba una tierna sonrisa a Beckett.
Las horas pasaron muy rápido mientras kagura y Beckett seguían platicando en ese momento no se dieron cuenta de que algo florecía dentro de sus corazones. Lo que no sabían es que pasarían muchos años para que se volvieran a ver.
—Beckett creo que ya tengo que irme, ya se está haciendo de noche y mis abuelos deben de estar esperándome, aún debemos ir a tomar el tren. ¿Te gustaría acompañarme?—, pregunto Kagura.
—Claro será un honor para mí el acompañarte, pero como ya es tarde tendremos que correr un poco, espero que estés en forma— dijo Beckett.
—Pero no vallas tan deprisa Beckett, me canso muy rápido, si seguimos corriendo de esta forma no podré resistir mucho tiempo más. Tendrás que cargarme—, anunció kagura mientras sujetaba la mano de beckett.
—Está bien te cargaré, solo por qué en un momento llegaremos a casa de tus abuelos, espero que recuerdes esto en algún momento— comentó Beckett.
Los abuelos de kagura ya la estaban esperando con sus maletas afuera de la casa, ya todo estaba listo para dejarla en la estación del tren, cuando los chicos llegaron partieron a llevarla, en el transcurso del camino solo hubo un silencio incómodo. Al llegar a la estación kagura se despidió de sus abuelos mientras solo miraba a Beckett.
—Bueno creo que es la hora departir, Beckett espérame prometo regresar muy pronto y tal vez volvamos a salir por un helado—, deslizó con una tristeza muy notable en sus palabras la joven kagura.
—Siempre estaré esperándote, no me iré de este lugar ya verás que cuando te vuelva a ver seré más fuerte... solo no olvides volver—dijo triste el joven mientras ponía la Palma de la mano en la ventana del tren.
—Sé que cuando te vuelva a ver serás muy fuerte, recuerda ver las estrellas por las noches Beckett, nos veremos pronto—. Sollozaba entre lágrimas la joven.
El tren siguió su camino, con la joven Kagura dentro, dejando atrás a Beckett y a sus abuelos. Ahora Beckett tendrá que seguir su camino solo una vez más.
Ya de regreso Beckett comenzó a caminar intentando darle rumbo a su vida, caminó hasta llegar aquel bosque cuyos árboles tenían hojas color rosa. Se encontraba triste por la despedida de su amiga kagura, recordaba la promesa que le había hecho cuando de pronto entre los árboles apareció una silueta femenina.
—¡¡Yo sé quien eres tú!!. Beckett o debería decir la última sombra del clan Namikaze de la aldea nachi. Mi nombre es Hanabi la próxima sombra del clan indura y he venido aquí para matarte—. Sentenció la ninja del clan indura.
CONTINUARÁ...
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Capítulo de la historia corregido por la editora @Printemps_sombre
