Corría el año de 1980 en un pequeño pueblo de Japón, de esos que parecen casi olvidados por el tiempo, los últimos 3 clanes ninja que quedaban en pie luchaban entre sí por el poder del territorio, un brutal atentado contra el clan ninja más prometed...
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Llego el amanecer, y el joven ninja dejó atrás la aldea sawara, tomando camino a su hogar, después de los hechos de las noches anteriores estaba determinado a erradicar a los miembros del clan indura, el camino era largo, pero llego a aún pueblo cercano donde podría descansar, llamado fukuoka, conocida por su poderío "samurái".
buscó algo de comer y medicina para curar sus heridas, mientras esperaba su compra escucho a un par de ancianos que hablaban sobre la batalla ocurrida en sawara
—¿Disculpe viejo, usted conoce al clan indura? Lo escuché hablar hace un momento—, deslizó el joven
—así es jovencito he escuchado hablar de ellos, por ejemplo que hace unos días por la noche un grupo de ninjas los enfrentaron en un pueblo cercano a este, creo que era el pueblo de sawara— comento con duda el viejo.
—¿Saben quienes eran esos ninjas? tal vez tienen conflictos o fue un ajuste de cuentas, ¿no lo cree? esos ninjas del clan indura son unos sujetos bastante ruines, además cuentan con muchos miembros — deslizó el joven ninja —Más de un enemigo deben tener—.
—Nadie los pudo ver pero por lo que dicen les dieron una paliza, también escuche que se retiraron del campo de batalla. Lo cual me parece bien, ya que desde hace un par de semanas atrás los comerciantes que pasaban por esa zona eran asaltados, y dejaban sin víveres a nuestra aldea—, exclamó el viejo con un poco de risa en sus palabras —Algo que ya no podrán hacer—
—Deberían tener valor y enfrentarlos tal vez a si esos ninjas los dejen tranquilos y no vuelvan más, además tienen un poderío samurái muy grande y sobre todo tienen recursos para hacerlo—decía beckett
—Los samuráis de esta región son muy fuertes, logran pelear contra ellos cuando nos intentan invadir pero cada vez llegan muchos más, no sé cuanto tiempo podremos resistir así, ya que lamentablemente así como se gana, también se pierde —dijo con tristeza el viejo.
—Bueno viejo parece ser que usted sabe mucho de ellos cuide se cuando vuelvan, creo que estarán molestos por lo de aquellas noches no me sorprendería que regresaran de nuevo, ahora tengo que irme mi aldea no esta tan lejos, ya que vengo de Hiroshima muy cerca de este lugar,Permita me visitarlo algún día así podremos hablar un poco más sobre esos ninjas perversos — deslizó beckett mientras salía del lugar.
El viejo sonrió amable —Claro que me cuidaré, y espero que tú también lo hagas, debe ser peligroso que estés lejos de tu hogar en especial por estos rumbos, ya escuchaste lo que pasó en sawara estos caminos son muy peligrosos— dijo el viejo.
—Cuando vuelvas busca me, mi nombre es otaka.
—No se preocupe yo sé cómo defenderme, me enseñaron a pelear unos viejos amigos que lamentablemente fallecieron hace poco—, dijo el joven con tristeza en sus palabras —Bueno viejo, debo irme, tengo mucho camino por recorrer y se está poniendo el sol, fue un placer conocerlo y por cierto mi nombre es beckett — Así fue como beckett tomó sus suministros para volver a su hogar, corrió sin descanso mientras caía la noche, pasaron las horas hasta que a lo lejos lograba ver las luces de las casas, media hora después al llagar a Hiroshima se dirigió a su hogar... Donde pudo ducharse, comer y después dormir un poco. Al despertar se vistió y se dirigió rápidamente al templo de la dinastía escarlata donde ya lo estaban esperando.
—Maestro he cumplido la misión—, exclamó el joven ninja —Tuvimos bajas y solo yo quedé en pie, desafortunadamente mis superiores fallecieron durante la batalla—deslizó con pesar en su voz —El pueblo de sawara quedó libre de los ninjas del clan indura, maestro kenji, la aldea necesita nuestra ayuda, podrían regresar los miembros del clan indura para atacar nuevamente. Debemos ser quienes ataquen primero necesito más ninjas para organizar un ataque—, deslizó con firmeza en su voz.
—El clan indura dices, ¿Son los que causaron tantos problemas en sawara? Nosotros no tenemos problemas con ellos, a nosotros nos pagaron por liberar ese pueblo no podemos comenzar una lucha así — declinó el maestro —Siento mucho lo que pasó con tus compañeros pero cuando se es ninja corres el riesgo de que en cada misión puedas perder la vida.
—Pero si ellos mataron a mis maestros, eran de los mejores guerreros que tenía la dinastía— la frustración se comenzó a ser presente en las palabras del joven ninja que anhelaba venganza —Kenji sama no me diga que no va a hacer nada al respecto
—!!Beckett se lo que sientes!!, pero escucha me, si iniciamos una guerra contra el clan indura más de los nuestros morirán, eso no lo puedo aceptar. soy tu líder debes acatar mis órdenes—, sentenció con firmeza en su voz
—Creía que protegíamos a los nuestros, pero lo que usted quiere hacer es imperdonable— sentencio el joven ninja —Si ustedes no actúan, yo me encargare de eso por mi propia cuenta, aún que me convierta en desertor del clan, tantas cosas que mis maestros hicieron por órdenes suyas, cada batalla a muerte que tuvieron mientras ustedes solo se quedaban aquí tranquilos diciendo las vidas que sacrificarían por su bien, y a si deshonra su memoria—dijo decepcionado el joven ninja
—No podrás solo, aún tienes mucho que aprender en este sendero de la vida. ¿qué podrá hacer un ninja iluso contra un clan completo? Solo te dirigirás a la muerte a si que olvida eso y vuelve a entrar en razón— Dijo el maestro kenji
—Lo que yo haga será mejor que quedarme aquí, no dejaré que su muerte quede impune así tenga que actuar por mi propia cuenta, y aun que tenga que dejar a la dinastía escarlata yo no puedo quedarme observando sin hacer nada, no intente detenerme que no podrá hacerlo. Así tenga que enfrentarme a ejércitos de ninjas, los mataré a todos—sollozaba mientras lágrimas de tristeza y desesperación caían de su rostro. —Como es posible que no intente luchar por acabar con el verdadero problema, primero esta sawara después fukuoka y le sigue Hiroshima Cuando lleguen, será demasiado tarde para actuar— expresó beckett
—Ellos no se detendrían hasta acabar dominando todo Japón, los samuráis de fukuoka luchan ferozmente para proteger su aldea y sin embargo usted aquí sentado mientras hay gente afuera que necesita nuestra ayuda, muchos están muriendo día con día, yo lucharé aún que tenga los huesos rotos, con katanas clavadas en mi espalda o flechas incrustadas en mi pecho, seguiré en pie—, sentenció —Si intenta detenerme lo mataré sin pensarlo.
CONTINUARÁ...
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Capítulo de la historia corregido por la editora @Joseidylarosa2017