Corría el año de 1980 en un pequeño pueblo de Japón, de esos que parecen casi olvidados por el tiempo, los últimos 3 clanes ninja que quedaban en pie luchaban entre sí por el poder del territorio, un brutal atentado contra el clan ninja más prometed...
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Beckett se encontraba profundamente dormido aún lado de la pared de la habitación de la joven kagura, esperando que se despertara para partir a cortar las hierbas medicinales. Cuando de pronto unos gritos hicieron que despertara de golpe.
—Abuelitos apareció la bolsa que me robaron ayer, tiene todas las hierbas dentro, también están las joyas de mi abuelita y tu dinero, está todo lo que les robaron —, gritaba la joven kagura entusiasmada.
—¿Pero qué está pasando? Se escucha mucho ruido—. Bajó el joven ninja del tejado y rápidamente tocó la puerta —Kagura soy Beckett ¿está todo bien?Escucho mucho ruido—
La joven kagura abrió la puerta y se arrojó a los brazos de beckett —Estoy sumamente feliz, ¡¡mira apareció la bolsa donde tenía las cosas para llevárselas a mi madre!!!—, de pronto la felicidad se fue de su rostro para abrir paso a una triste noticia, —Tengo algo que decirte, mis abuelitos decidieron mandarme de regreso. Este pueblo parece ser muy inseguro y mis abuelos no quieren que nada me pase, mi tren sale por la noche—, informó con tristeza.
—Entonces te vas hoy...—dijo el joven ninja con tristeza en sus palabras —kagura, ¿que te gustaría hacer antes de irte?
—Que te parece si salimos a caminar al lago del pueblo, pero antes podemos pasar por un helado. ¿Te gustaría acompañarme en el poco tiempo que me queda en este hermoso lugar?—, deslizó kagura un poco sonrojada.
—Claro que me encantaría acompañarte, eres la única amiga que tengo en este pueblo. Y dime kagura ¿algún día volverás a este lugar?—Dijo Beckett mientras apreciaba la hermosa mirada de aquella joven.
La señorita caminaba mientras miraba las nubes en el cielo y se detuvo para luego voltear a ver a Beckett. —Claro que volveré, tal vez el próximo año, bueno a decir verdad tengo que pedirle permiso a mis abuelos. Pero aún a si créeme que siempre me dicen que puedo venir cuando quiera, y tú Beckett ¿qué piensas hacer?.
—Esperaré tu regreso kagura, además sigo con mis planes para entrar a la academia samurái. Te prometo que me volveré el más fuerte para poder defenderte de tipos como Yam. Siempre te voy a proteger—, dijo beckett con su cara roja por la vergüenza.
—Dices unas palabras muy dulces Beckett, trataré de no hacerte esperar mucho tiempo, algo me dice que serás una persona muy importante en mi vida. Promete que nunca te olvidarás de mí, por qué yo siempre estaré viéndote desde las estrellas— expresó sonrojada totalmente.
El joven ninja tomó las manos de kagura —Siempre miraré las estrellas, y te buscaré en ellas por las noches para que puedas verme donde quiera que te encuentres. Y cuando te extrañe buscaré la luna para poder encontrar tu reflejo en ella—. Afirmó Beckett mientras no apartaba la vista de los ojos de kagura.
