Promise [PJM] COMPLETA

~ Penúltimo Capítulo ~

El espejo dejaba ver una versión exactamente igual de ella, se detuvo mirando tantos reflejos alrededor de ella, la casa de los espejos había sido sugerencia de JiSoo, había perdido de vista al resto sin saber en qué momento pasó. Miró su reflejo en el espejo consiguiendo una joven de cabello oscuro, casi negro cayendo por debajo de sus hombros, su rostro no lucía para nada cansado, no tenía ojeras debajo de sus ojos tampoco, una pequeña sonrisa apareció en sus labios. Vestía con unos Jeans, zapatillas deportivas blancas y un suéter que le quedaba grande además de ancho color negro. No tenía nada del otro mundo, su contextura también había cambiado, HyeLin no era aquella muchacha delgada que suplicó por ayuda a Jimin tiempo atrás.

¿Tanto podía cambiar alguien en poco tiempo?

Suspiró porque todavía le quedaba mucho por mejorar, pero la diferencia es que esta vez no estaba sola. Si bien era cierto que sus padres ya no estaban, pero en el momento que dejó caer las cenizas de su madre en el mar se sentía más aliviada.

— Aquí estás—Hye dio un respingo volteando a ver a Jimin—Me asusté al no verte cerca.

El reflejo de Jimin dejaba ver un muchacho delgado pero fuerte, cabello rubio perfectamente brillante y con algunos mechones danzando sobre su frente, sus labios carnosos siempre se mantenían rosados. ¿Debería comenzar a llamarlo novio? Si ese chico no hubiera insistido en protegerla y ayudarla...probablemente ya no estuviera viva.

Le debía la vida a Jimin.

— Estoy bien—tomó su mano sintiéndola cálida.

— ¿Enserio? Pareces algo...pensativa.

— ¿He cambiado mucho?

— ¿A qué te refieres? —dio un suave apretón a su mano.

— ¿Has notado algo diferente en mí desde que me fui contigo? —miró sus ojos oscuros. Jimin la rodeó con sus brazos estrechándola entre ellos, le encantaba hacer eso y sentirla consigo.

— El hecho de que quieras seguir viviendo ya es una gran diferencia—susurró. Hye levantó su cabeza mirándolo—Sé que no te gusta que lo diga, pero...te amo.

— No es que no me guste—rodeó su cuello con sus brazos—Es sólo que...

Y la respuesta no llegó, Jimin besó sus labios callándola de una manera dulce, una pequeña sonrisa se dibujó en su boca, el beso era lento, Hye no podía negar lo adictivos que eran y tampoco pudo evitar recordar aquella noche en el hotel. Sonrojada a más no poder intentó alejarlo, pero Jimin se rehusó a soltarla.

Las risitas juguetonas entre ambos se hicieron notar y Hye de repente se veía siendo atacada por cortos besos de parte de su chico.

— Voy a extrañarte cuando regreses a Miami—Hye volvió a abrazarlo. Jimin la levantó del suelo haciéndola reír de nuevo, daría cualquier cosa por escucharla así.

YoonGi se detuvo al presenciar aquel acto, pensó en girar y alejarse, pero se negó a hacerlo porque no debía esconderse, sería duro, sí, pero sobreviviría porque todos sobreviven a un corazón roto.

— ¿Encontraron a los demás? —interrumpió a la pareja enamorada. HyeLin mantuvo un poco de distancia de Jimin, pero el rubio tomó su mano.

— No.

— Creo que escuché la risa de Tae por aquí—pasó al lado de Hye continuando el camino. La pareja lo siguió logrando salir de aquella casa de espejos, ni siquiera afuera los encontraron.

— Le escribiré a Rose—Jimin sacó su celular enviando un mensaje. HyeLin tenía su atención puesta en otra cosa, se acercó a aquella cabina de fotos pensando en algo.

— ¡Chicos! —los llamó. Ambos se acercaron mirándola—Entremos aquí.

— No creo que tu novio quiera una foto conmigo—YoonGi negó con la cabeza.

— Yo sí quiero—Hye le sonrió—Quiero una foto con ambos.

— Podemos usar el celular...

— Min YoonGi, no pongas excusas, entren ambos ahora—ordenó. Los chicos se miraron no muy convencidos, pero obedecieron.

En las fotos Hye estaba en medio de ambos haciendo algunas muecas, el resultado no fue tan malo después de todo porque con la risa de la muchacha ambos chicos sonreían sin darse cuenta.

Un mes después

— ¿Cómo suele ser tu rutina en Miami? —Hye lo veía terminando de guardar su ropa. Mañana por la tarde su vuelo salía.

— No hago mucho, sólo trabajo y bailo.

— ¿No sales con los amigos alguna vez?

— Mis amigos están aquí—confesó—Conozco a personas en Miami, pero no se siente igual que los chicos.

— Tenía la esperanza de que podría verte bailar en algún momento.

Jimin sonrió un poco cerrando su maleta. La dejó junto a la puerta y su bolso, apagó la luz dirigiéndose a la cama con ella. Ambos se metieron debajo de las sábanas mirándose fijamente.

— Cuando haya alguna presentación prometo invitarte.

— Estaré en primera fila gritando tu nombre.

— Y luego al acabar la presentación diré que esa chica de la primera fila es mi novia—acarició su mejilla besando su frente—Estaré orgulloso de hacérselo saber a todos.

— ¿Realmente estarás orgulloso? —Hye tenía su mano en su pecho.

— Desde que te conocí he estado orgulloso de ti—dio un corto beso a sus labios—Y deberías sentirte orgullosa de ti misma.

— Estoy aprendiendo a hacerlo—sonrió un poco. Acarició con su pulgar aquel labio inferior del chico y las palabras salieron por sí sola—Te quiero, Jimin—él sonrió y ella añadió—Sé qué esperas que diga esas dos palabras que tanto dices, pero...también me acostumbro a esto.

— Lo tomaré, pero me ofende mucho—bromeó.

— Que malo eres—rio por lo bajo besando sus labios por iniciativa de ella. Jimin se colocó sobre ella saboreando sus labios una última noche.

Ambos aprovecharon su última noche juntos.

Tengo una lucha interna, quiero acabarla y al mismo tiempo no.