12.

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Finalmente Deanna le asignó un trabajo a Alexa, iba a estar en la torre de vigilancia junto con Sasha, ambas harían turnos para vigilar. Tuvieron que convencerla a cambio de ir a la fiesta que la mujer organizó para ellos.
Alexa se sintió rara cuando escuchó sobre eso, seguro habrá mucha gente y eso le ponía algo nerviosa.

Pero intentó no pensar tanto en ello por lo que decidió dar un par de vueltas por Alexandria. Mientras que caminaba había gente que ni siquiera reconocía saludandola como si fueran vecinos de toda la vida. Por su parte, sólo levantaba su mano saludando también.

Justo cuando pasaba por una de las casas unos sonidos llamaron su atención, haciendo que se detuviera en seco. Mirando hacia atrás y los costados.

Ese sonido volvió a escucharse y logró identificar que se trataba de gritos provenientes de la casa que tenía en frente. Vio que no había nadie alrededor y se acercó un poco más. Sino se equivocaba ahí vivía la familia Anderson, la misma mujer que le cortó el pelo a Rick.

Los gritos eran de parte de un hombre, eso podía asegurarlo, hasta que también identificó una voz femenina pero Alexa no lograba escuchar con claridad. ¿Podría ser Jessie?

Cuando iba acercarse un poco más un sonido fuerte la detuvo haciendo que tuviera escalofríos.
Era una bofetada, y si su oído no fallaba logró escuchar un llanto.

Se alejó algo espantada, con su corazón acelerado.
Levantó un poco la vista y entre las cortinas logró localizar al tipo.

No lo reconocía pero debía decirle a alguien. Tal vez actuaría por impulso, tal vez debería hablarlo con Jessie antes. Se alejó aún más, intentando calmarse y pensar.

No podía ser la única que sepa sobre esto ¿verdad? Sólo le bastó estar un día ahí para enterarse.
Pero entonces, si no era la única ¿cómo Jessie aún sigue viviendo eso? ¿Nadie hacia nada? ¿Nadie la veía sufrir, nadie la escuchaba llorar?

No, no se iba a quedar de brazos cruzados observando como probablemente lo hacian lo demás.

[...]

Dio varias vueltas, buscando a Rick, necesitaba decirle a él primero porque sabe que la apoyaría y entre ambos le dirían a Deanna.

Pero no lo encontró y la hora de la fiesta estaba a la vuelta de la esquina.

Intentó no desanimarse, ya lo encontraría.
Entró a la casa y se metió a una de las habitaciones encontrándose con Tara cambiándose de ropa.

–¡Lo siento! Debí tocar.– exclamó un poco avergonzada, la chica rió.

–Está bien, ambas tenemos bubis.– bromeó provocando que Alexa riera.– ¿Vamos a la estúpida fiesta juntas?

–Claro sólo... creo que debería cambiarme.– dijo mirándose.– ¿Debería?

–Ponte este, es lindo pero no de mi talla.– Tara le entregó una camiseta color roja bastante simple pero era bonita.

–Gracias.– Alex la miró y pudo notar que bufó.– ¿Todo bien?

–Los hijos de Deanna, Nicholas y... ¿Aiden? Como sea son unos imbéciles.

–Sí, me enteré sobre eso.– ambas rieron.

Alex se quitó la camiseta pero al ver la cara algo incómoda de Tara rápidamente se la colocó.

–Lo siento, sé que tú...

–¿Eh? ¡No! No te preocupes, además sé lo tuyo con Rick.– Alexa la miró confundida ante esas palabras.– Oh vamos, no te hagas.

Trust | 𝗥𝗶𝗰𝗸Donde viven las historias. Descúbrelo ahora