Lan Xichen se dirigió hacia las estancias reservadas a los invitados decidido a proponer una cita a Jiang Cheng. Allí por donde pasaba los discípulos lo saludaban formales rodeado de la tranquilidad y la paz que rodeaba a los Recesos de la Nube.

Sin embargo, cuando ya embocaba el último pasillo que lo conducía hacia la habitación de su amado, la voz de éste y de Wei WuXian llegó perfectamente hasta sus oídos. Apresuró los pasos. No deseaba una escena desagradable entre ambos que llegara a los oídos de Lan WangJi y provocara la furia de éste.

La voz alta y clara de Jiang Cheng resonó cuando llegaba al umbral de la puerta.

-Pues ahora estoy aquí.

Los vio a los dos, frente a frente. Tenía muy claro que estaban discutiendo... pero el aroma de loto de Jiang Cheng no se mostraba ni agrio ni extremadamente fuerte. Al contrario, era totalmente obvio que pese a que sus palabras eran tan iracundas como siempre, su voluntad con el omega era más de convencerlo que de obligarlo... pero estaba demostrando que no sabía cómo hacerlo.

Aquello arrancó una sonrisa divertida de Lan XiChen. Estaba visto que el alfa de Yunmeng Jiang sabía ser un dirigente fuerte y orgulloso, provocar temor y respeto... pero apenas podía expresar sus sentimientos correctamente ante un omega como Wei WuXian y no resultar intimidante.

-¡Zewu-jun! –exclamó Wei WuXian al volverse tras notar su aroma.

-Hermano Wei... Jiang Wanyin –saludó formal dando un paso hacia el interior -. ¿Por qué discutís?

-Ah, Zewu-jun... el Líder de Yunmeng Jiang me ha ofrecido algo... y debo decirle sí o no. ¿Qué debo hacer? –planteó sin dar detalles.

Lan XiChen los miró a ambos.

-Si es algo importante, debes dar una respuesta que realmente sea sincera, Hermano Wei.

-Es una respuesta complicada.

-¿Complicada? ¿¿¿Qué complicación tiene decir sí o no??? –reclamó Jiang Cheng.

El aroma de sándalo y vainilla inundó la habitación. El Líder de Yunmeng Jiang no pudo evitar aspirar aquel olor embriagador. Resultaba profundamente relajante... aunque no lo quisiera.

-Ah, Zewu-jun... hueles demasiado bien.

Las palabras de Wei WuXian lo golpearon, despertándolo del trance en el que por unos instantes había entrado.

-Hermano Wei, si la respuesta es tan importante, el Líder de Yunmeng Jiang podrá esperar a que la medites si estás indeciso en la contestación.

La voz de Lan XiChen, tranquila, sosegada, serena y relajada se expandió en la habitación.

-Zewu-jun, si ves que salen chispas de Zidian, empieza a correr –saltó sin más Wei WuXian saliendo precipitadamente de la habitación.

Lan XiCHen se rió al oírlo. Jiang Cheng lo miraba ceñudo. Pero Zidian no emitió chispas. Los dos se miraron.

-Le has dado una vía de escape –acusó Jiang Cheng.

-Te dije que no quería que mi hermano y tú discutierais... y no puedo evitar protegerlo.

-Y, ¿qué deseas aparte de dejar que se escape el idiota de Wei WuXian?

No había enojo en las palabras de Jiang Cheng.

-Quería... ¿Me acompañas hasta la ciudad? Un paseo –propuso.

El Líder de Yunmeng Jiang arqueó una ceja.

-¿Me... propones una cita?

Las mejillas de Lan XiChen se arrebolaron. Carraspeó.

-Bien... no quería llamarlo así... pero...

CortesíaWhere stories live. Discover now