25. INDAGADOR

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25. INDAGADOR

Recesos de la Nube

-Qué mal humor gasta Jiang Wanyin.

Wei WuXian, que seguía agarrado como una lapa a Lan WangJi, contempló a Nie HuaiSang después de oír su comentario.

-No sería él mismo si no gruñera.

-Y... ¿puedo saber qué te ha preguntado? –planteó Nie HuaiSang cerrando el abanico de golpe.

-Hermano HuaiSang, no seas cotilla –señaló Wei WuXian con una sonrisa.

Aunque había teñido sus palabras con tono alegre, la recriminación era implícita y Nie HuaiSang la captó rápido. Entrecerró los ojos.

-Vamos, vamos, es para no provocar su furia si hablo con él, no seas malpensado, no pretendía husmear –dijo abriendo de nuevo el abanico y haciendo ver que contemplaba el trabajo en pintura que mostraba su paisaje.

La mirada que le dedicó Wei WuXian fue totalmente acusadora.

-Claro, claro... y tú sigues diciendo que simplemente estás aquí para rememorar viejos tiempos y no para recabar información.

Wei WuXian nunca había sido delicado en decir lo que opinaba o lo que pensaba. Había sido siempre directo y descarado, sin importarle si ofendía o no al oyente. Cualquiera que lo hubiera conocido en el pasado lo sabía. Lan QiRen lo había experimentado desde el primer momento en el que planteó el uso de la energía resentida para escándalo suyo. Lan WangJi lo había experimentado en su adolescencia. Nie HuaiSang lo había visto igualmente en aquella época. Y comprobar que seguía igual, sin pelos en la lengua, no le sorprendió en absoluto.

Cerró de nuevo el abanico y lo golpeó suavemente en su propia barbilla.

-¿No te saltas alguna norma diciendo eso, Hermano Wei?

-¿Lo hago, Lan Zhan? –planteó divertido.

-No. Sincero –corroboró apoyándolo.

-¿Ves?

-Con todos los respetos, la opinión de HanGuang-jun respecto a lo que tú digas, Hermano Wei, siempre será parcial.

Wei WuXian se rió al oír las palabras de Nie HuaiSang.

-Vamos, A-Sang, cuéntale al viejo Wei WuXian qué buscas exactamente.

Tenía su gracia que el omega se autodenominara viejo... cuando técnicamente, de los tres, en aquel momento, era el que no sólo tenía el cuerpo más joven sino también actuaba como si lo fuera en muchos sentidos.

Y ciertamente aquello tenía una buena razón de ser: Wei WuXian había estado trece años muerto... trece años que no había acumulado ni vivencias ni alegrías ni tristezas. Trece años menos que Lan WangJi o él mismo.

-No me sirves –respondió sin más.

La respuesta del Líder de Qinghe Nie sorprendió tanto al alfa como al omega, aunque fue este último el que como no, expresó su perplejidad enderezándose y soltándose de su alfa.

-¿No sirvo? ¿Para qué?

Los ojos de Nie HuaiSang se ahusaron. Estudió con detenimiento la estoica faz de Lan WangJi, hecho del que se percató Wei WuXian fácilmente: Nie HuaiSang era mucho más bajo que Lan WangJi y que él mismo, por lo que sólo tuvo que fijarse a qué altura estaba mirando el beta para deducir que su atención se centraba sobre su esposo.

-A-Sang... Lan Zhan es mío –declaró posesivo.

Todo el mundo sabía que los omegas no eran extraordinariamente posesivos o mejor dicho, no eran tan escandalosamente propensos a demostrar su posesividad como los alfas; un alfa podía llegar a ponerse muy agresivo y sobreprotector con su pareja, Lan WangJi era una buena muestra de ello. Obviamente, si Nie HuaiSang hubiera intentado invadir el nido de Wei WuXian, otro gallo hubiera cantado, podría llegar a ponerse realmente agresivo y territorial y las consecuencias para el invasor no hubieran sido nada halagüeñas. Pero que se posicionara de aquella manera reclamando a Lan WangJi y encima haciéndolo ante un beta, era extraordinariamente raro. No era muy propio cuando estando embarazado, no tenía un celo cercano.

CortesíaWhere stories live. Discover now