Lang Ya Bang

Capítulo 12

"¿Qilin?" Mei Changsu se rió. "Mírame, Princesa. ¿Cree que tengo algo que ver con la criatura de aspecto extraño?"

"¿Todavía tienes el corazón para reírte?" La princesa Nihuang lo miró con admiración. "El Salón Langya nunca se ha equivocado con sus comentarios. Por supuesto, uno prefiere creer que es verdad que no. Sería muy sencillo si se tratara de un simple príncipe que acumula talento bajo su mando. Si usted se negara, él no seguiría adelante. Sin embargo, su situación se volvió confusa con el comentario de "prodigio qilin". Antes de obtenerte, ambos Príncipes persistirán en sus esfuerzos. Sin embargo, una vez que uno de ellos tenga éxito, el bando que fracasó inevitablemente intentará destruirte con todos sus poderes. ¿No sientes nada más por esta situación?"

"Por supuesto que sí," respondió Mei Changsu seriamente. "Siento que el Maestro del Salón Langya debe tenerme rencor."

La Princesa Nihuang sonrió. Se dio media vuelta y se apoyó en la barandilla. Sus ojos brillaban con luz. "Después de encontrarme contigo, creo que quizás el Maestro del Salón Langya tiene razón una vez más..."

"Por favor, Princesa." Mei Changsu se inclinó rápidamente, "Su Alteza no debe tener ningún rencor contra mí. Ya estoy en una cama de carbón, por favor no encienda el fuego."

"Este fuego ha estado ardiendo desde hace bastante tiempo. Le recomiendo que elija un lado rápidamente."

"¿Y por lo tanto ser matado rápidamente por el otro?"

"Al menos de esta manera, una persona te protegerá con todas sus fuerzas. ¿No es eso mejor que tener a los dos rindiéndose y tratando de matarte juntos?" El tono de la princesa Nihuang se volvió frío de repente, "¿A quién elegirás? ¿Al Príncipe Heredero o al Príncipe Yu?"

Una mirada de extremo orgullo apareció en el rostro de Mei Changsu. Desapareció en un instante, y volvió a ser ese joven ocioso y enfermizo. "Un talento debe seleccionar a su señor para realizar actos. ¿No has venido a Jinling para obtener logros?" preguntó la Princesa Nihuang lentamente.

"¿Cómo puedo pensar en logros con este cuerpo enfermizo? Sólo quería descansar un poco."

"¿Viniste a la capital real para descansar?" Los ojos de la princesa Nihuang miraban a la distancia. Ella habló burlonamente, "El Sr. Mei del Río Este es realmente inusual. Realmente sabe cómo seleccionar un lugar."

Mei Changsu ignoró sus burlas y respondió con suavidad: "Su Alteza parece estar inesperadamente preocupada por la política de la Corte."

La Princesa Nihuang azotó su cabeza hacia atrás. Sus claros ojos miraban ferozmente a Mei Changsu. Su fuerte presencia era como una llama furiosa bajo la cual una persona promedio se acobardaría inmediatamente.

Sin embargo, Mei Changsu le devolvió la mirada con calma, una sonrisa persistente en sus labios.

Después de un tiempo, la Princesa Nihuang finalmente retiró la furia que había emitido a propósito. Gruñó y respondió fríamente: "La familia Mu ha estado custodiando Yunnan durante generaciones. Se puede decir que tanto ella como la Corte Real existen en mutua dependencia. La futura dirección de la Corte tiene un gran impacto en nuestro principado. ¿Por qué no debería preocuparme?"

"En mi opinión," Mei Changsu se inclinó, "El cambio de trono no tuvo ningún impacto en Yunnan en el pasado. Independientemente de quién ascienda al trono en el futuro, la familia Mu, que vigila la frontera sur, no será tocada fácilmente. ¿Por qué estaría Su Alteza tan preocupada por la batalla por el trono?"

La Princesa Nihuang no respondió a esta pregunta. En su lugar, ella rugió de risa. Aunque era una mujer, su brillante y brioso comportamiento estaba lleno del orgullo y la dignidad de un príncipe, muy digno de admiración. Uno podía imaginar lo impresionante que sería en el campo de batalla cuando encabezaba un ataque como una tormenta de fuego. Si el joven Príncipe que recientemente heredó el título posee la mitad de la gracia y dignidad de su hermana, entonces sería más que suficiente para asegurar que Yunnan sea el principado más seguro del mundo.