Narra Lauren
Desperté con la luz del sol que me daba directo en el rostro, traté de moverme pero entonces me di cuenta que me dolía cada rincón de mi cuerpo. Recordé lo que paso la noche anterior y sonreí.
-Hasta que despertaste – dijo una Camila quien yacía sentada al lado mío.
-Creo que… que mi cuerpo ni para abrir los ojos tenía energía – dije sonriendo y Camila se acostó a mi lado quedando a mi altura – buenos días.
-Buenos días – se acercó y me besó – me quedaría toda la tarde acostada cerca de tu cuerpo – paso las yemas de sus dedos por la piel de mi estómago y mi piel se erizó – siempre me gusto saber que provocaba esto en ti – besé su frente – las chicas se fueron temprano en la mañana y te dejaron todo ordenado.
-¿Enserio?
-Si, bueno… las obligué a que lo hicieran – las dos sonreímos y me acerqué a besarla.
-Viste, por eso te amo - nos quedamos abrazadas durante algunos minutos y entonces escuchamos como comenzaba a llover y sonreí – está lloviendo – dije abrazándola mas fuerte, era como si quisiera fundirme en ella.
-Si – Camila acariciaba mis muñecas – podría quedarme así toda la vida – besé su espalda – eso estuvo bien – volteo a mirarme - ¿te gusta la lluvia? – dijo acariciando mi mejilla izquierda.
-Claro que me gusta ¿A quien no le gusta la lluvia?
-¿Me acompañarías?
-¿A dónde?
-Hay algo que quiero hacer.
Camila simplemente se levantó de la cama y caminó hasta el baño y cuando llego a la puerta volteo a mirarme – no creas que te rogaré Jauregui, ven que me quiero duchar contigo – ella no tenía que decir ni una palabra mas, corrí hacía la ducha y como era de esperarse nos demoramos mas de la cuenta; la primera en salir fue Camila mientras que decidí quedarme algunos minutos mas en la ducha, dejé que el agua tibia calmara los malestares de mi cuerpo, dejé mi mente en blanco y solo disfruté el momento… me quedaban solo tres días acá y tenía que salir todo perfecto.
Cuando salí de la ducha Camila no estaba así que solo me enfoqué en terminar de vestirme. Me coloqué pantalones ajustados negros, una blusa y un poleron encima, mis zapatillas, un Beanie, agarré mi abrigo negro y bajé al primer piso; mientras bajaba escuché como Camila hablaba con Taylor.
-Hola – dije entrando a la cocina.
-Hola, Woow te ves mas hermosa de lo normal – dijo Taylor y sonreí, me di cuenta que Camila no paraba de mirarme – y tu deja de mirarla así que te dolerá el cuello – Camz solo se reía - ¿A dónde irán?
-No sé – respondí sirviéndome café y agarrando unas tostadas - ¿A dónde iremos?
-Es sorpresa ¿Qué harás tu?
-Creo que iré a ver Dinah – con Camila nos miramos.
-¿Dinah?
-Si… me dijo que trabaja en una joyería y que podría conseguirme trabajo.
-No es necesario que trabajes, sabes que acá no te falta nada – respondí.
-Eres una hermosa hermana menor pero necesito sentirme útil y se que no quieres que trabaje porque crees que me gastaré todo en vicios pero no echaré a perder todo lo que he logrado por unas cuantas líneas de cocaína y una buena botella de whisky.
-Bueno que te vaya bien – dije sentándome a comer - ¿Enserio no me dirás donde iremos?
-No
