Adele lleva muchos años enamorada de Felipe, pero ella es la chica nerd.
Felipe tiene una relación de hace muchos años con una chica popular.
Adele no sabe una verdad respecto a su vida y Felipe recibe decepciones de aquellas personas que creía inc...
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(Narrador Omnisciente)
Tres meses después
España 🇪🇸
Otro año sin la princesa, el país aún no podía creer que ya habían pasado dieciseis años sin la princesa, todos se encontraban bastante tristes, hoy la princesa Kenia está cumpliendo diecisiete años, aún recordaban la alegría que fue cuando la princesa llego al mundo, además la fiesta que los reyes organizaron para ella, y la fiesta de su primer cumpleaños, pero no se llevó a cabo, ya que la noche anterior la habían sacado del castillo, pero no para siempre, seguían teniendo esa esperanza de que algún día ella iba a aparecer.
En el palacio todo estaba tranquilo, la reina Alondra pidió que hoy hubiera mucho silencio, ella quería estar tranquila, además habían cancelado las distintas visitas que tenían agendadas.
Margarita iba subiendo las escaleras con el té que la reina siempre tomaba, al llegar toco y escucho un adelante, la reina estaba levantada y se encontraba organizando la cama, Margarita dejo el té en una mesa y se acercó a ella.
—No majestad, no tiene por qué hacer eso, le puede decir a alguna de las muchachas, porque para eso trabajan.
Ella la miro y le dio una sonrisa, pero pareció más una mueca.
—Lo quise hacer Margarita.
—Majestad, no es su trabajo, es más venga le ayudo, usted tómese su té —Alondra le dio paso y efectivamente fue a tomarse el té.
—Margarita, ya son dieciséis años sin mi niña, hoy está cumpliendo sus diecisiete años, crees que ella hoy sea una niña feliz.
—Ya verá majestad que la princesa Kenia va a aparecer, porque nada dura para siempre.
—Espero que mi niña aparezca.
Alondra termino de tomar su té y Margarita de organizar su cama, ambas salieron de la habitación, pues el desayuno estaba listo, en el comedor estaba su esposo e hijo desayunando, fue a darles un beso a cada uno, pero ellos se dieron cuenta de su estado de ánimo, ella se veía triste.
—Buenos días Alondra —le dijo su esposo, tomándola de la mano.
—¿Cómo amaneciste mamá?
—La verdad estoy mal, ya son dieciséis años sin ella, hoy cumple diecisiete años.
De repente se le salió una lagrima, Alexander se puso de pie y se fue a darle un abrazo a su mamá.
—Ya verás que ella aparecerá, algún día estará caminado por estos largos pasillos, te darás cuenta de que su belleza iluminará todo esto.
—Así será hijo, confiando en Dios así será.
Alexander le dio otro abrazo a su mamá, Alessandro miraba la escena, claro que en el fondo él también se sentía mal, ellos no pudieron disfrutar a su hija, pero un día toda esta pesadilla acabará.
