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mis ánimos se cayeron al subsuelo de manera definitiva cuando rubius me contó que tenía que ir de manera obligatoria a una cena en la noche, siempre encontraba una forma de arruinar mis días, quisiera hacerlo o no, lo que me daba por entender que no debería juntarme tanto con él, pero era la única compañía que tenía en estos momentos, y agradecía eso, pues estaba devastado.
-no tengo ganas de nada, rubius -restregué mis rostro con mis propias manos, para descargar de alguna manera la frustración que sentía. -cometí un error ayer, y no me siento nada orgulloso de ello
su rostro pasó a ser de alegre a una gran confusión, pues no entendía nada de lo que estaba hablando, y tampoco lo culpaba, pues aún no se lo decía, tenía miedo de que se vaya de bocazas a willy, eso sería mi ruina, pero debía destapar el secreto con él para recibir alguna ayuda.
-¿me vas a decir qué mierda pasa? -dijo luego de unos segundos donde yo lo estaba ignorando, desvié la mirada un poco avergonzado y me aclaré la garganta para explicarle lo que sucedió ayer.
-porque me gustas
nunca me había sentido mejor luego de que aquellas palabras impactarán de manera tan agradable a mi corazón, y el hecho de que aquellas abandonaran con tanta dificultad sus labios, me hacia entender que eran completamente sinceras, por lo que me emocioné de sobremanera, pero lo lograba disimular de manera perfecta.
-fargan, di algo...
había una pequeña discusión en mi mente en que si le decía o no que aquellos sentimientos que tenía eran correspondidos, que siempre lo había deseado, desde el primer momento en que sus ojos conectaron con los míos, para luego sellar aquellas confesiones en un beso que fuese eterno, pero ya sabía lo que había pasado la última vez, y yo no quería volver a arruinar aquel momento tan bello.
pero lo hice.
-f-fargan
debido a aquella división de consejos en mi cabeza, mi lengua comenzó a trabarse impidiéndome por completo el hablar, y mis músculos estaban tan tensos por el momento que no podía mover ninguno, parecía una puta estatua, lo que no me servía de mucho pues willy comenzaba a pensar que fue una mala idea el confesarse, pero sólo era mi cobardía.
-yo...
tragué fuertemente saliva mientras mis ojos intentaban conectar con los suyos, y cuando él escuchó mi voz, los primeros no se despegaban de los míos, cosa que no sé si fue mejor o peor, pues me hizo ponerme más nervioso todavía
-no sé qué decir
y cuando vi que aquel brillo tan característico de sus ojos comenzaba a apagarse, que esa hermosa sonrisa se difuminó hasta convertirse en una fría mueca, mientras que su vista se dirigía hacia el suelo, supe que la volví a cagar.
por lo que no me animé a buscarlo cuando lo vi corriendo, fuera de mi lado.
-vaya -dijo rubius un poco sorprendido, una vez terminé mi relato.
jugué con mis dedos índices mientras me mordía el labio inferior, haciendo notar mi nerviosismo. - me siento fatal, debe estar muy decepcionado de mi
su vista se mantuvo intacta en aquella media luna que había pedido hace una hora, supuse que estaba pensando en algo, e incluso pasó por mi mente que había optado por la opción de cancelar la salida, pero sólo se comió un pedazo de su comida mientras se levantaba de la mesa. -pues a mi me vale un nabo, hoy te quiero ver en la caverna si o si
se fue a pasos agigantados del campo de mi visión no sin antes dejar el dinero que debía pagar por su comida, yo mientras me quedaba a ver como la mesera con su linda sonrisa retiraba los platos de la mesa mientras me aconsejaba abandonar el local, pues no había pedido nada para comer.
me dirigí hacia mi casa mirando como pequeños copos de nieve caían para convertirse en caminos repletos del mismo material, no sabía en qué momento comenzó a nevar a tal escala, pero me molaba mucho más que el calor de mierda, así que mi recorrido no fue tan aburrido, lo que si lo fue era que tenía que elegir un conjunto para la ocasión.
-¿qué vas a hacer allá? -me dije mirándome al espejo, todavía no sabía que ponerme, por lo que andaba en ropa interior por mi casa, importándome poco el frío que hacia. -si te uniste sólo por willy
me dirigí hacia mi armario mientras tarareaba el coro de la famosa canción "circles" de post malone en mi mente, el único plan para verme bello esta noche era elegir ropa negra, lo que se me hizo bastante difícil pues yo no compraba cosas de ese color ya que no me llamaban la atención, pero agradecí al encontrar una camisa con unos vaqueros oscuros, así que procedí a vestirme con ellos.
-que asco
dije una vez me vi en el espejo, era bastante formal para mi, incluso se podría decir que iría a una boda, pero era mucho mejor que usar un abrigo colorido, así que suspiré rendido y salí de mi humilde hogar hacia la caverna de la hermandad oscura, abrazándome a mi mismo por el frío que hacía a estas horas, maldije al no haber traído algo para abrigar mi cuello.
mientras sentía que mi cabeza se congelaba, estaba pensando algunas conversaciones que podríamos tener entre los dos sin agregar cosas que nos hagan sentir más incómodos de lo que estaríamos, pues yo no quería eso, y haría todo lo posible para que no ocurriera.
pasé la tarjeta que tenía mi identidad para que me diese acceso hacia el lugar, un color verde apareció en la pantalla anunciándome que podía entrar sin complicaciones, sonreí por ello, pues habían pasado días donde no reconocía mi cara.
-rubius, aquí estoy...
entré de lleno al lugar para ver si podía ayudar en algo, pero mis ojos se clavaron en el único chico allí presente, quien parecía estar igual o más sorprendido que yo, pues no teníamos pensado volver a vernos en un buen tiempo, al menos eso creía yo. sus ojos conectaron con los míos mientras su boca se abría ligeramente, yo no me lo podía creer, así que atiné solamente a preguntar por su nombre, vaya estupidez, como si no lo conociese.
-¿w-willy?
supuse en ese momento, cuando el chico de cabellos blanco me sonrió de manera incómoda, que rubius me había tendido una trampa, y no me iba a poder escapar de aquella cena parecida a una cita si no le hablaba y arreglaba las cosas. sólo pedía que esta vez me escuchase sin salir corriendo, pues ya tenía en claro que lo quería en mi vida, incluso le prodiga aceptar como amigos.
