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Contemplando la amplia vista que le ofrecía el ventanal de su habitación, sintiendo las caracteristicas ráfagas del dulce y fresco viento que corría por las noches. Hyunjin inhalaba y exhalaba a la vez que hundia su mirada en las estrellas que destellaban intensamente sobre el, cuestionandose a si mismo sobre si estas se verían de la misma forma una vez trasparzara los límites de los altos muros que separaban el palacio del exterior.

A lo lejos podía notar las luces provenientes de su reino, mismo del cual carecía verdadero conocimiento a excepción de el contenido generalizado que encontraba en los libros de la gran biblioteca del palacio. Sus padres le habian tenido estrictamente prohibido visitarlo desde que prácticamente había nacido, hasta la actualidad. Siempre con la escusa de que solo encontraria peligro fuera de los muros que cumplían el valor de garantizar su seguridad.
Anécdotas e historias de terror se le fueron contadas desde niño sobre aquellos lugares llenos de peligro entre los obscuros callejones del reino, los cuales le advirtieron nunca posar ni un solo pie en ellos. Pero ninguno de estos relatos terminaba por convencerle por completo, sabía que había muchas cosas que se le habían omitido y era por eso que el príncipe solo anhelaba explorar esos misterios que resguardaban aquellas grandes barreras.

Hyunjin estaba en espera de la señal qué había acordado con su confidente para comenzar el primer paso de su plan, tuvo la suerte de haber encontrado un aliado leal y dispuesto a ayudarle a cumplir su objetivo de salir. Llevaba planificando su escape desde ya hace algunos meses cuando le hicieron conocedor del tema de su futuro compromiso junto con su herencia de la Corona. Desde aquel momento solo se dedicó a perfeccionar su plan de escape, y en el proceso es que conoció a un guardia distinto a los demás, el cual con el tiempo se fue dando cuenta que era un guardia ejemplar al cual podía confiarle su vida si fuera necesario. Era la clase de persona a la que no le costaba pelear para defender sus ideales a los que le era completamente fiel y que se aferraba totalmente a sus principios sin importar la situación. Era la clase de persona de las que no dudaban en ofrecer ayuda al ver una injusticia y de las que luchaban para proteger a sus seres queridos.

El príncipe había conocido aquel guardia desde que había sido reclutado por primera vez para servir en el palacio. El príncipe le había ayudado con una situación familiar bastante complicada que lo había estado agobiando durante sus entrenamientos y al notarlo fue que el contrario habló directamente con el, ahí fue en donde sin problema alguno el joven Hwang brindo de su apoyo para solucionarlo. Por esa razón el otro juró reponer todo aquello con su lealtad y servicio totalmente a su disposición.

Tres ligeros toques en su puerta fueron suficiente para llamar su atención, eran exactamente las 3:33 de la mañana y Hyunjin sabía a la perfección que aquella era la señal que tanto había estado esperando. Tomo la mochila sobre su cama que habia preparado con anticipación con todo lo necesario que sabía que necesitaba para sobrevivir. Cerró el ventanal por el que estaba anteriormente asomándose y dando un último vistazo a su habitación, fue que sujetó con mayor fuerza las correas de la mochila y las puso en sus hombros.

-¿Todo listo majestad? El auto ya está en el lugar acordado para su plan, no hay registro de entrada y la salida trasera que se dirige el bosque ya ha sido desbloqueada, todo está justo como lo ordeno- informó el guardia a la vez que le dedicaba una reverencia.

-Muchas gracias Teniente Bang, no se que habría hecho sin usted y por cierto... ya le he dicho demasiadas veces que puede llamarme Hyunjin-contestó el príncipe regalándole una sonrisa para después moverse pars aprovechar su tiempo y salir de ahí antes de que alguien se diera cuenta.

||The Unwanted Crown||HHJ&YJIWhere stories live. Discover now