Nakanaide [KatsuDeku]

7. Un héroe entrometido: Shoto

A la mañana siguiente, Katsuki despertó como siempre.
Fue cegado por la luz solar, pero pudo acostumbrar sus ojos rápidamente.

Acomodó su brazo izquierdo y lo movió un poco, sintiendo al instante, un repentino contacto.

Se giró para mirar qué demonios había tocado, y se encontró con una escena que ya había vivido antes...
Un adolescente de cabello verde y rostro pecoso, dormía plácidamente en el otro lado de la cama.
Por un momento entró en pánico, así que destapó al muchacho rápidamente.

"Está vestido", sintió un gran alivio.

Se le quedó mirando, pensando en lo desgraciada que era su situación.
La cara del mocoso era irresistible y recordaba que su cuerpo a simple vista ya era delicioso, era el acompañante perfecto para una cama y una botella de lubricante, si tan solo no tuviera dieciséis malditos años.

—Oye, Deku, ya despierta— habló de mala gana.

El chico se despertó unos segundos después y se talló los ojos confundido.

—Buenos días, Ground zero...

—Levántate, tienes que irte ya. ¿Y qué carajo haces en mi cama?

—Bueno... el sillón era incómodo y hacía mucho frío en su sala. Creí que podría dormir aquí porque tiene mucho espacio.

Deku solo había querido dormir con Katsuki porque le gustaba.

—Como sea, solo lárgate a tu casa, tengo que ir a trabajar.

—Pero... ¿no vamos a desayunar?

"No lo golpees, no lo golpees o todo será peor"

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—Ahí está, come y cállate.

Le entregó un enorme plato lleno de cereales y pan integral preparado, junto con un enorme vaso de leche y otro de jugo de naranja.

—Gracias...— dijo dudando, no se le antojaba para nada.

Izuku se quedó mirando a la comida durante un rato.

—¿No vas a comer?

—Sí. Veo que tiene uvas deshidratas... delicioso — empezó a comer porque no tenía otra opción, no quería ser grosero —Así que esto es lo que desayuna un héroe...

"Es mil veces más nutritivo que la comida empaquetada del konbini, pero no sabe igual de bien"

—Estoy bastante acostumbrado a las cajas de brochetas empanizadas y refrigeradas.

—Ósea que comes pura mierda.

—Creo que es una forma de decirlo.

—Si quieres ser un héroe tienes que dejar de comer porquerías procesadas, por eso eres un inútil.

—No siempre tengo el tiempo para cocinar... o el dinero.

—Pues deberás tenerlo, mocoso.

—Lo intentaré.