Pero... ¿Qué pasó en la cena?

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Bueno, ahí estaba mi mamá, con un labial rojo que combinaba con su blusa, la rodeaba la familia de su esposo, y no la de ella, y desde ahí todo andaba mal.

Aún recuerdo, que el año pasado mi familia casi no había celebrado Navidad, creo que cada día se desintegraban más.

Un día solo quedaría un átomo, tan pequeño como invisible de amor.

Mi mamá se tomaba fotos con todos, pero conmigo no, sumado a eso, soy Strong, la chica tímida que casi no habla cuando desea algo.

Mi pasión? Componer. Así que ese día le hice una exquisita canción con toda la bola de revoltijos delicados que sentía por dentro.

Así es, como quiera, se los vomité, palabra tras palabra.

Y por si algo salía mal, le di la hoja original, no tenía ninguna copia de ella, para más luego andar llorando madrugada tras madrugada como siempre lo hacía.

De hecho, esa tarde, le había comprado chocolates en una caja enorme, con las monedas que nunca usaba, las que eran de mi colección.

Así es, a tal punto llegué.

¿Pero ella qué hizo?

Pues al momento de los agradecimientos, hizo una mención especial hacia su esposo y no hacia mí.

Es que cada vez más, pienso que quien menos se esfuerza por hacerte sentir bien, es a quien más terminas amando.

Y sí, que fuerte que duele,

Pero por eso soy Strong...

Más allá de tíWhere stories live. Discover now