Sodio [Emiliaco]

03

El día había llegado y Emilio jamás contestó mis llamadas, pero ahora lo tendría de frente luciendo tan hermoso como sólo él sabía.

—Entonces, arreglaste todo con Joaquín, supongo —lanzó las palabras al aire buscando no incomodar o que Emilio simplemente se enoje y se vaya, pero noto como una sonrisa se curva en sus labios y siento un alivio.

—Todo de maravilla, mejor que antes —comenta y lleva un poco de fruta a su boca—. Fue una noche fantástica y divertida, como en los viejos tiempos.

—Me alegro mucho ¿fueron al bar de siempre?

—Si, por supuesto.

—¿Cómo va con el tema de Romina?

—La dejó por la paz.

Y bien, sentí un mudo en la garganta pero no me culpen, aún tenía mis sospechas pero seguía confiando ciegamente en él.

—Oh bueno —me he quedado sin ganas de hablar, la noticia me tomó por sorpresa.

—Pero el obtuvo unos cuantos ligues en el bar, así que no debemos preocuparnos —su mirada se centra en mi, mientras una sonrisa juguetona se pasea en sus labios.

—Ok, eso no es raro, Joaquín cambia de novias como de calzón —río un poco y a él no parece hacerle gracia.

—Tengo que irme —suelta con esa voz fría que ya lo caracteriza y deja los cubiertos caer, dejándome de nuevo confundida.

Que te tengo y no te tengo

[...]

Todo el día en la maldita oficina, no es raro, tampoco es raro que no saliera a su hora de comida y viniera a casa.

Me estaba acostumbrando tanto a las actividades nuevas de Emilio. Pero debí saberlo, ahora que todo se arreglo con Joaquín su prioridad sería él, sólo él y tal vez yo entre pero al final del día.

El único consuelo que me quedaba era mi mejor amiga Alejandra, venía a hacerme compañía en las tardes, pasábamos cantando, platicando, bailando, platicando, jugando, platicando y ah si, viendo películas.

Ella estaba al tanto de mis problemas con Emilio y me había aconsejado revivir la llama de "la pasión" pero cada que intentaba dar ese paso Emilio retrocedía.

Alejandra también era mi dama de honor por que si, me iba a casar en unos meses con el amor de mi vida, mi rizado de la sonrisa bonita.

Estoy ansiosa por que ese día llegue.

Cansada del mismo cuento

[...]

—¿Todo bien con Maria? —cuestiona Joaquín quien ahora se encontraba sentado en mi regazo, en mi oficiona como era costumbre.

—Perfectamente equilibrado. —respondo y hundo mi nariz en su cuello, repartiendo besos en la zona.

—Tengo celos de ella Emilio.

—Pues están a mano, por que ella igual siente celos de ti.

—¿Por qué? Ella te tiene en las mañanas al despertar, jamás he tenido la dicha de tener eso por que te vas y te tiene lo que resta del día, yo solo te veo en el trabajo y las veces que te puedes zafar de ella, debe de estar agradecida con eso, si yo quisiera...

—Pero no quieres Joaquín, siempre me das largas, un día parece que te importo, al otro me olvidas y al siguiente me escribes, juegas conmigo.

—No juego contigo.

—Lo haces.

—¿Y que?

Silencio.

—Que me puedo cansar —Joaquín se endereza un poco, llevo mis manos a su cintura y Dios, no podría cansarme jamás de él.

—No te atreverías.

—Me subestimas demasiado.

Silencio, otra vez.

—¿María es mejor que yo? —susurra mientras se vuelve a acercar, mordiendo mi mandíbula y lamiendola, haciéndome calentar como es de costumbre —¿Te toca como yo? —vuelve a murmurar metiendo su mano en medio de nuestras entrepiernas—. ¿Es más buena que yo?

Suelta un grito agudo cuando lo tomó por sorpresa de las caderas y lo posicionó en mi escritorio, tirando todo lo que este a mi paso para tener más acceso. Quito su cinturón para después retirar su pantalón junto a sus bóxers y llevar a mi boca su pene, él cual está muy duro y con la punta rojiza, gime en respuesta y toma con sus manos toma mis rizos, jalandolos un poco.

Amo la sensación y la adrenalina que esto me trasmite.

Amo a Joaquín Bondoni Gress.

Tú, al 21, has jugado bien

[...]

Amor. ❤️

¿Vendrás siquiera a dormir?

Si, en unos momentos María, hay mucho trabajo.

¿Así?

Si.

Te tengo una sorpresa.

¿Qué es?

Sólo un adelanto, por que lo demás lo tienes que descubrir por tu cuenta. ;)

Llegó en 5.

...

Y Emilio nunca llegó, por que un castañito tenía igual una noche especial para ellos, luciendo algo que volvía de verdad loco al de rizos.

Pero, esta noche, ¿bailarás con quién?