"Un recordatorio" Parte III

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― Cosas sin concluir.

Elly volvió a abrir los ojos. Se encontraba de nuevo en la TARDIS junto al Doctor. Estaba recostada en el suelo mientras que el señor del Tiempo golpeaba y accionaba botones y palancas en la consola.

― ¡Uh! ¡Miren quien despertó por fin!― exclamó el Doctor.

Elizabeth permaneció sentada en el suelo tratando de recordar lo que había pasado.

― ¿Qué paso?― le preguntó mientras se paraba.

― Las cosas se volvió un poco locas después de haber visto a los hologramas.― dictó. ― Desde ese punto, mis recuerdos son borrosos.

Elly tampoco podía resucitar sus recuerdos. Lo único que recuerda con exactitud era la imagen de su prima, como se había sentido después de haberla visto y al darse cuenta por su odio hacia ella.

Anhelaba poder olvidar también esa parte.

2 horas antes…

El capitán retrocedió con temor y siguieron corriendo.

― Son reflexiones, no son reales.― aclaró el Doctor. ― Hay algo que debe de estar causándolo.

― ¿Los Shansheeth?― preguntó Elizabeth.

― No, ellos aparecieron por mi.― contestó Jack.

― Son cosas que odiamos y tememos.― añadió el Doctor.

―Siempre diciendo las respuestas correctas Doctor.― se oyó una voz solamente audible para el Doctor, quien no dudo en pensar en el maestro.

Se detuvo al escuchar aquella voz que esperaba no volver a escuchar por temor. Giró su torso lentamente y vio el primer rostro del maestro. Un cabello negro y abundante cubría aun su cráneo y unos ojos tan profundos que ni el mar terrestre se podrían comparar con éstos. Su imagen se corrigió y su rostro cambio. Retrocedió para mantenerse alejado de él. El amo tenía ahora cabello de un color entre gris y amarillo, la última encarnación que vio de él. Vestía un elegante traje negro y su sonrisa no dejaba de perturbar inquietantemente al señor del Tiempo.

Elizabeth se volteó hacia el Doctor, no sabía a qué veía.

― ¿Doctor?― preguntó con un tono de preocupación la chica.

El señor del tiempo no respondió. Por un momento, la imagen se distorsionó de nuevo originando la forma de una mujer, pero prácticamente invisible para el Doctor, pues solo fue en un abrir y cerrar de  ojos, pero visible para sus acompañantes. Su cuerpo se movilizó y caminó hacia el amo extendiendo sus brazos. Elly se interpuso en su camino para que parara. El Doctor le ganó en fuerza y Elizabeth cayó al suelo. El capitán le detuvo con su robusto cuerpo.

― ¡Doctor! ― exclamó Jack. ― ¡Piense en otra cosa!

Inmediatamente la imagen del maestro se difuminó y una chica de cabello rubio que no aparentaba más de 20 años, vestía una chaqueta de color azul.

― Rose.― pronunció con voz ahogada y acento escoses el señor del Tiempo.

― ¡Doctor!― volvió a exclamar el capitán.

Elizabeth, quien ya había vuelto a tomar la postura, le dio una cachetada al señor del tiempo, lo que originó que la imagen de la chica rubia desapareciera en un instante.

― ¡Au!― reclamó el Doctor mientras sentía arder su mejilla izquierda. ― ¿No había un método menos doloroso?― preguntó mientras recuperaba el aliento.

My Wonderful Adventure with the Doctor.Where stories live. Discover now