Capitulo 3

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Caminé hasta la parada para regresar a casa, estuve pensando en la risa de Alex y en lo solitario que se sentía el autobús ahora, sonreí por ver el papel donde había anotado su número, lo guardé en el bolsillo de mi camisa, me hacía sentirla cerca de mi corazón, bajé y caminé hasta las pesadas escaleras que me llevaban a mi edificio, pero ahora el subirlas no me hacía sentir vacío, por primera vez en mucho tiempo sentía algo diferente, entré al edificio y revisé el correo, como casi siempre no había respuesta, mi madre sin embargo seguía enviando cartas con la esperanza de obtener respuesta.

Abrí la puerta, dejé la bolsa con mi peluca en el suelo y el saco en el sofá, suspiré recordando el día de hoy - ¿Feliz?- escuché desde la habitación, era la voz de mi madre, fui hasta donde ella y entré, estaba acostada en la cama viendo la televisión, le sonreí y le besé la frente en forma de saludo, - ¿revisaste el correo?- preguntó cómo siempre, -si madre, aún nada...- dije en un suspiro -oh...bueno esperaremos, Thomas Wayne es un buen hombre, trabajé muchos años con él y seguramente se acordará de mí- dijo esbozando una sonrisa, le toqué el hombro, dicen que la esperanza muere al último, ella parecía tener eso muy presente, salí de la habitación y fui a la sala, miré mi bolsa y la abrí entonces noté que me había llevado la toalla de Alex, la recogí lentamente y la acerqué de nuevo a mi nariz, aún tenía el olor del suavizante, me hacía pensar en ella, miré la hora, ya casi empezaba el show de Murray , amábamos el programa.

-¡Feliz ya va a empezar el show!- dijo con emoción, rápidamente preparé su cena y con cuidado caminé veloz hasta la habitación, coloqué la bandeja en la cama y me senté -¡¡Si, Murray!!- exclamé con una sonrisa mientras sostenía la toalla aún, el show inició, era realmente genial cómo es que Murray hacía reír a la gente, había sido una inspiración para mí, la razón de querer convertirme en comediante, mamá y yo reíamos con sus chistes y demás cosas -Feliz, ¿por qué no sueltas la toalla?- dijo intrigada viendo mis manos -oh...no es mía mamá, es, de una amiga...- dije conteniendo mi alegría -oh feliz, ¿hiciste una nueva amiga hoy?- preguntó despacio y contenta -...sí, pronto la conocerás ma, ella es muy linda- sonreí y no dije más, el programa acabó y mamá dormía, ya era tarde, contemplaba el televisor mientras olía de nuevo la toalla, la llamaría, pero ¿sería muy pronto? ¿Qué pensaría ella, que soy un desesperado? Me recosté en la cama y cerré los ojos, el cansancio y las emociones de éste día me habían dejado exhausto.

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Salí de bañarme y me coloqué la camiseta negra que usaba para dormir, tomé la pasta dental y con el cepillo comencé a tallar, me paseé por casi todo mi departamento recogiendo los suéteres y libros mal puestos, entonces miré las dos tazas de té, seguían ahí en la mesa, sonreí, pensé en Arthur, ¿estaría pensando en mí? No...no, era demasiado pronto para siquiera decirlo, pero no debía negarlo, me gustó tanto, me resultó muy atractivo y dulce, carismático, no me había reído así en mucho tiempo, el teléfono sonó y mis mejillas se ruborizaron -ay por dios...- dije en un susurro aún con el cepillo en la boca, seguía sonando y entonces corrí a enjuagarme, volé desde el baño hasta el teléfono y contesté casi sin aliento, ¿sería él? Dios...si era así no sabría qué decir, -...¿hola?- dije sonriendo nerviosa -¿si, Alex...Hey oye, qué sucedió?- la voz de Damian al otro lado me hizo desparramarme al suelo con una cara de disgusto total -ah hola, Damian, no pasó nada ¿por qué?- dije con el labio inferior fruncido -pues sólo te recuerdo que me dejaste a media plática en Gotham Square, básicamente me dejaste plantado y creo que fue bastante grosero...- replicó con un tono de indignación notable, ah, aunque quisiera hacerlo ver como un exagerado tenía razón, me había invitado y yo lo dejé ahí sin más, pero esperaba que entendiera lo que hice -lo sé, lo sé pero había alguien en problemas, tuve que ayudarlo...esperaba que lo entendieras- me disculpé pero no pareció agradarle -Alex, ¿crees que ése payaso inútil valía el tiempo que pudimos aprovechar para rescatar lo nuestro? Por qué siempre tienes que poner a los demás por encima de nosotros...- dijo ahora con tono dramático, agh, odiaba que hiciera eso, ¿por qué creí que cambiaría? Me enfureció escucharlo, sobre todo por decirle inútil a Arthur -...¿sabes? Por personas como tú es que la ciudad está volviéndose un basurero, olvídalo Damian, es ridículo creer que puedes pensar en alguien más antes que en ti- contuve mi ira, sus palabras me resonaban en la cabeza "payaso inútil, payaso inútil" mi mente sólo podía pensar en golpearlo fuertemente, respiré -Alex, no es lo que...- intentó arreglarlo -no me expliques nada ¿sí? Tu posición ha sido clara desde que te conocí, no sé cómo pude estar contigo...buenas noches- colgué fríamente, carajo, esperaba una llamada que me alegrara la noche, unas dulces palabras de buenas noches, no a un idiota y su narcisismo a flote, caminé hasta mi cama pensando de nuevo en sus palabras, me acosté y abracé una almohada pensando en Arthur y en cómo lo estaban golpeando mientras el eco seguía atormentándome -tú eres el inútil Damian, tú y todos los demás...- me aferré al suave cojín y una lágrima saltó por el tabique de mi nariz, Arthur, no tenías a nadie que te defendiera, pero ahora sí.

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La luz del día se hizo ver, respiré y abrí los ojos, era un nuevo día, sonreí al notar que no me sentía vacío de nuevo, mamá aún dormía así que con cuidado me levanté de la cama y fui a darme un baño; el agua caliente rozó mi piel, se sentía tan bien, tanto que hasta entoné una canción, una que me gustaba mucho, “𝑩𝒂𝒃𝒚, 𝒊'𝒅 𝒍𝒐𝒗𝒆 𝒚𝒐𝒖 𝒕𝒐 𝒘𝒂𝒏𝒕 𝒎𝒆, 𝒕𝒉𝒆 𝒘𝒂𝒚 𝒕𝒉𝒂𝒕 𝒊 𝒘𝒂𝒏𝒕 𝒚𝒐𝒖, 𝒕𝒉𝒆 𝒘𝒂𝒚 𝒕𝒉𝒂𝒕 𝒊𝒕 𝒔𝒉𝒐𝒖𝒍𝒅 𝒃𝒆...𝒖𝒉𝒉 𝒖𝒉 𝑩𝒂𝒃𝒚, 𝒚𝒐𝒖'𝒅 𝒍𝒐𝒗𝒆 𝒎𝒆 𝒕𝒐 𝒘𝒂𝒏𝒕 𝒚𝒐𝒖, 𝒕𝒉𝒆 𝒘𝒂𝒚 𝒕𝒉𝒂𝒕 𝒊 𝒘𝒂𝒏𝒕 𝒕𝒐, 𝒊𝒇 𝒚𝒐𝒖 𝒐𝒏𝒍𝒚 𝒍𝒆𝒕 𝒊𝒕 𝒃𝒆...” Puse shampoo a mi cabello mientras seguía cantando, me sentía diferente hoy, paré un momento y toqué mi espalda, me dolía "al parecer sólo tendrás unos moretones pero nada grave..." Recordé las palabras de Alex, imaginé sus manos en mi espalda, acariciando mis heridas, si ella me tocaba todo estaba bien.

Salí envuelto en la toalla -¿Feliz?...- oí a mi madre desde el cuarto, ¡oh cielos el desayuno! -¡ya voy madre!- corrí a vestirme y comencé a preparar la comida para ella, en pocos minutos le serví en la cama como usualmente lo hacía, -Feliz, te levantaste muy temprano, ¿te sientes bien?- preguntó ella totalmente extrañada -estoy bien má, hoy es un nuevo día- le sonreí mientras le besaba la frente, tomé mi bolsa y salí rumbo al trabajo.

"Talentos de Reserva Ha-Ha's" era el nombre de mi empleo, una agencia de payasos para todo tipo de ocasión, mientras ajustaba los cordones de mis zapatos suspiré por el dolor de mis moretones -hola señoritas- se oyó una voz grave -hola Randall...¿cómo estás?- contestaron los demás en el vestidor -otro día en "risalandia"- exclamó sarcástico -sip- contestó alguien al fondo, -¿estás bien?...- preguntó a un lado mío -...supe de la paliza que te dieron, malditos salvajes- dijo abriendo su casillero -solo eran unos niños, debí dejarlos irse- contesté sin mirarlo -no, te pueden quitar todo si haces eso, con toda ésta locura en las calles...son animales- añadió, sentí que se preocupaba por mí, me pareció amable y sonreí levemente -...¿sabes qué?...ten- se acercó muy discreto a mí y me entregó una bolsa de papel que envolvía algo -¿qué es eso?- pregunté sin cuidado -que tengas...es para ti- tomé la bolsa y desenvolví el contenido, reí -tienes que protegerte allá afuera o te van a joder- lo miré un segundo ¿era en serio?, -Randall...yo, no puedo tener un arma- dije entre dientes -tranquilo Art, nadie tiene que saberlo, ya tendrás oportunidad de pagarme, somos muy amigos ¿no?- reí ante su comentario, estaba nervioso y agradecido a la vez, un arma, nunca había tenido una en mis manos -oye Art, Hoyt quiere verte en su oficina...- oí la voz de Gary, mi compañero enano, siempre amable conmigo -oye Gary, ¿sabes lo que siempre me ha intrigado?- dijo Randall -no...ni idea- contestó Gary comenzando a fastidiarse -la gente como tú ¿le dice mini golf o sólo le dice golf?- todos estallaron en risas menos Gary, siempre había un chiste nuevo para reírse de su aspecto, me incomodó pero me reí del chiste de Randall, mientras me abotonaba la camisa y salía del vestidor, seguí riendo hasta que crucé el pasillo para llegar donde Hoyt.

[𝘏𝘰𝘭𝘢 𝘭𝘦𝘤𝘵𝘰𝘳𝘦𝘴 𝘲𝘶𝘦́ 𝘵𝘢𝘭, 𝘭𝘢𝘮𝘦𝘯𝘵𝘰 𝘮𝘶𝘤𝘩𝘰 𝘭𝘢 𝘥𝘦𝘮𝘰𝘳𝘢 𝘱𝘦𝘳𝘰 𝘢𝘭 𝘧𝘪𝘯 𝘢𝘤𝘢𝘣𝘦́ 𝘦𝘭 𝘵𝘦𝘳𝘤𝘦𝘳 𝘤𝘢𝘱𝘪́𝘵𝘶𝘭𝘰, 𝘤𝘰𝘯 𝘭𝘢 𝘤𝘢𝘳𝘳𝘦𝘳𝘢 𝘺 𝘥𝘦𝘮𝘢́𝘴 𝘮𝘦 𝘩𝘢 𝘳𝘦𝘴𝘶𝘭𝘵𝘢𝘥𝘰 𝘮𝘶𝘺 𝘥𝘪𝘧𝘪́𝘤𝘪𝘭, 𝘦𝘯 𝘧𝘪𝘯 𝘮𝘦 𝘥𝘢 𝘢𝘭𝘦𝘨𝘳𝘪́𝘢 𝘷𝘦𝘳 𝘯𝘶𝘦𝘷𝘢𝘴 𝘷𝘪𝘴𝘪𝘵𝘢𝘴, 𝘰𝘫𝘢𝘭𝘢́ 𝘦́𝘴𝘵𝘢 𝘱𝘦𝘲𝘶𝘦𝘯̃𝘢 𝘺 𝘭𝘦𝘯𝘵𝘢 𝘩𝘪𝘴𝘵𝘰𝘳𝘪𝘢 𝘭𝘦𝘴 𝘴𝘪𝘨𝘢 𝘴𝘪𝘦𝘯𝘥𝘰 𝘥𝘦 𝘴𝘶 𝘢𝘨𝘳𝘢𝘥𝘰!]
~𝖈𝖔𝖓 𝖆𝖒𝖔𝖗 𝓗.𝓙 💚

Send in the ClownWhere stories live. Discover now