dance like warriors on a battlefield

mitad - parte i.

Louis lo abofetea. Pone toda su fuerza en ella y se desliza sobre Harry mientras todavía parpadea, sabiendo que Harry lo está dejando. Agrega combustible al fuego en el vientre de Louis, lo hace indiferente de si está haciendo una escena mientras camina de regreso al lado de su padre.

"Tienes que detenerte," dice con firmeza, inclinándose para que su padre sea el único en escuchar. "Deja de darle permiso."

Su padre lo mira con calma. "Louis," dice de manera uniforme. "Sabes que solo quiero lo mejor para ti. Lo que te hará feliz."

Es muy irritante. Louis toma aire entre sus dientes y gira sobre sus talones, dejando la sala sin otra palabra, lágrimas hormigueando en el fondo de sus ojos.

Él lo sabe, entonces. El rey lo sabe. No debería ser una sorpresa, y no lo es, no realmente, no después de lo que Louis hizo para liberar a Harry, pero se suponía que eso sería el final. Se suponía que Harry debía seguir adelante, construir una vida para sí mismo, no andar venciendo a otros gladiadores para que se sometieran y destrozando a Louis.

El acuerdo tácito de que su padre permitiría que ocurriera si Harry le preguntaba nubla los pensamientos de Louis. Él está ganando el dinero, Harry, con cada pelea que gana, y habrá un día que sea suficiente. Y luego Louis tendrá que decidir si el dolor, el miedo, el amor y la felicidad valdrán la pena, porque no será fácil. Será lo más difícil que hará y Louis aún no está listo para decidir, todavía no.

Porque él y Harry podrían cambiar todo el maldito mundo con una unión entre un gladiador y un príncipe, pero tendría un precio. Todo lo que Louis siempre ha querido es que Harry tenga una oportunidad, y con Louis a su lado, esa oportunidad se convertiría en algo muy diferente de lo que había pretendido.

Pero podrían cambiar todo el maldito mundo.

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La mañana amanece demasiado temprano para el gusto de Louis. Él yace en la cama, frotando sus dedos sobre las finas sábanas de seda distraídamente, mirando hacia el techo.

Desde hace un tiempo, él sabe cuáles son las intenciones de Harry. Harry nunca ha sido particularmente sutil acerca de ellas, así como Louis nunca ha sido sutil de que esta cosa entre ellos sea puramente física. A veces se acuestan juntos en la cama y tienen sexo. Eso es todo.

Harry nunca creyó que eso es todo. Por eso está haciendo lo que está haciendo, participando en torneos a pesar de que ya no tiene que hacerlo.

La idea de eso todavía hace que la sangre de Louis se caliente en sus venas. Todo el esfuerzo que hizo, todo el trabajo que hizo para liberar a Harry, fue en vano si Harry se queda aquí, haciendo las mismas cosas que hacía cuando era esclavo. No se van a casar, y si Harry no estuviera decidido a ser tan terco, podría ver eso. Un matrimonio entre ellos nunca funcionaría, incluso si Louis quisiera. Todos estos son hechos.

Todos son hechos, pero por alguna razón Louis todavía está acostado aquí con un dolor entre sus muslos, incapaz de evitar pensar en la última vez. La última vez que la necesidad, el deseo, obtuvo lo mejor de ellos. Lo mejor de Louis.

El día ni siquiera había sido nada fuera de lo común. Louis había hecho las mismas cosas que siempre hace, Harry había hecho las mismas cosas que siempre hace, y al caer la noche estaban de vuelta en las órbitas del otro como si no supieran cómo estar en ningún otro lado. Caer en la cama juntos siempre ha parecido un hábito más fácil de lo que debería, y esa noche no había sido la excepción. Había sido fácil dejar que Harry lo desnudara, permitir que Harry pasara sus manos por todo el cuerpo de Louis, fácil permitirle que lo tomara. Siempre es fácil.

La parte difícil es no permitir que nada de eso suceda, y si Louis va a deshacerse de Harry para siempre, debe ser mejor para detenerlo.

Por supuesto, eso es más fácil decirlo que hacerlo. Especialmente en este momento, sin nadie alrededor para distraerlo, todavía pensando en la amplitud de los hombros de Harry, la forma en que sujetó a Louis contra la pared y lo sostuvo allí, contento de besarlo hasta que Louis exigió más. Y Louis lo hizo - fácilmente, con entusiasmo. Todo lo suplicaba, ansioso por tener a Harry dentro de él.