1. Hilo Rojo

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Wen Yuan había nacido con la habilidad de ver el hilo rojo que conecta a las almas gemelas. Aunque a la corta edad de tres años, no entendía muy bien lo que eso significaba.

Creciendo en los Túmulos Funerarios con los restos del Clan Wen, estaba rodeado de personas que no tenían un hilo rojo. En vez de eso, llevaban una cicatriz en forma de anillo, rodeándoles el dedo meñique. Quizá por eso se había quedado fascinado con Wei Wuxian. Él era uno de los pocos que tenían un lazo rojo alrededor del meñique, el cual continuaba en un hilo que se extendía hasta perderse de vista.

El pequeño había intentado seguirlo una vez. Su curiosidad había ido aumentando al descubrir que, mientras seguía avanzando, el hilo se extendía aún más. Sin embargo, Wen Qing lo había detenido antes de que pudiera llegar muy lejos. Sin darse cuenta, se había adentrado en el bosque.

No puedes salir corriendo así, A-Yuan. Le había regañado ella. Es peligroso.

Aún a esa corta edad, Wen Yuan sabía que estaban pasando por un tiempo muy difícil. Había notado las caras de preocupación de todos al encontrarlo, y no quería causar más problemas de los que ya tenían.

No había encontrado la manera de explicar lo que había pasado. Sin embargo, era un niño inteligente, y se había dado cuenta de que nadie más veía lo mismo que él. Nadie nunca hablaba de las cicatrices, ni intentaban curarlas. Nadie nunca hablaba sobre el hilo rojo, ni se enredaban con él cuando pasaban junto a Wei Wuxian.

Así que Wen Yuan dejó de prestarle atención a ello.

***

Sin embargo, todo cambió una tarde que salió a pasear por la ciudad con Wei Wuxian.

Wen Yuan se había distraído con los juguetes de un vendedor ambulante, maravillado ante las espadas, los muñecos y otras cosas que jamás había podido tener. Pero cuando se dio la vuelta para sujetar la mano de Wei Wuxian, no pudo encontrarlo.

Como cualquier niño perdido, sus ojitos empezaron a llenarse de lágrimas, entrando en pánico al encontrarse solo en una calle llena de gente. El pequeño estaba a punto de tirarse al suelo ahí mismo, cuando un destello de un rojo brillante captó su vista. Sólo había durado un segundo, pero Wen Yuan estaba seguro de que ese color sólo lo había visto en el hilo rojo que colgaba de Wei Wuxian.

Decidido, salió corriendo tras él. El hilo se hizo más visible mientras más se acercaba, y cuando por fin lo alcanzó, se sujetó a la pierna de Wei Wuxian como siempre hacía.

Quizá se quejaría por limpiarse los mocos en su túnica, pero ¿quién iba a darse cuenta? De todas formas, siempre vestía de negro...

Fue en ese momento que Wen Yuan abrió los ojos y se dio cuenta de que la pierna que estaba abrazando estaba envuelta en una túnica celeste, y Wei Wuxian jamás usaba colores claros. Quizá ahora sí era un buen momento para comenzar a llorar.

No supo cuánto tiempo se la pasó aferrado a la pierna de aquel extraño mientras lloraba, pero el joven no se movió. Podía escuchar las voces de otras personas dándole consejos y agachándose para preguntarle dónde estaba su mamá.

Wen Yuan no recordaba tener una mamá.

Iba a comenzar a llorar aún más fuerte, cuando escuchó una voz conocida.

—¡Lan Zhan!

Era Wei Wuxian, acercándose a ellos con una sonrisa radiante. Pronto, el grupo de gente que los rodeaba siguió con su camino. Wen Yuan levantó la mirada, aun sin soltarse de esa pierna desconocida.

Fue entonces que entendió por qué aquel brillo rojo le había hecho pensar que el joven de túnica celeste era Wei Wuxian. Ahora que estaban tan cerca, pudo ver que el hilo rojo que empezaba en el meñique de Wei Wuxian, terminaba con un nudo en el dedo de aquel extraño.

***

Así que Lan Wangji y Wei Wuxian eran amigos. Wen Yuan pasó una mirada curiosa del uno al otro mientras tomaba su sopa.

No podía evitarlo: jamás había visto un hilo completo antes. No sabía lo que aquello significaba, pero le inspiraba confianza en Lan Wangji. (Eso, y el hecho de que aquel joven sí tenía dinero para comprarle todos los juguetes que quería).

Mientras el niño comía en silencio, extrañamente haciéndole caso a Lan Wangji, escuchaba la conversación entre los dos jóvenes. No entendía muy bien de qué hablaban, pero podía distinguir un enorme cariño en sus voces. Un cariño diferente al que usaba Wen Qing con Wen Ning, o al que usaba Wei Wuxian con él.

Wen Yuan decidió que le agradaba Lan Wangji.

Lamentablemente, tuvieron que dejar el restaurante unos momentos después. Había sucedido una emergencia en casa. El niño no había estado presente para ver la pelea con Wen Ning, pero luego le contaron que el joven ya había despertado. Eso era una buena noticia.

Después de aquello, Lan Wangji no regresó a visitarlos. Wen Yuan había intentado que se quedara a cenar, pero no había tenido éxito. Wei Wuxian le había explicado que cada persona tenía sus cosas por hacer, y un camino diferente por seguir. El pequeño asintió, pero por dentro pensó que no tenía sentido. ¿Cómo es que dos personas conectadas de aquella forma podrían tener caminos diferentes? Si estaban atados, ¿acaso no estaban destinados a encontrarse otra vez?

Pero al menos ahora ya sabía quién se encontraba del otro lado del hilo de Wei Wuxian. Y eso le hacía feliz.

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Un par de cosas importantes: este fic sigue la historia de The Untamed. Las únicas cosas que he tomado de la novela son que Wei Wuxian estuvo muerto sólo por trece años, y que revivió en el cuerpo de Mo Xuanyu. 

Hilo Rojo - WangxianWhere stories live. Discover now