Capítulo 2: ¿Podemos conocernos mejor?

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—Estamos cerca del paseo de la historieta, ¿vamos?

Asentí con entusiasmo. Quería mi selfie con la escultura de Mafalda. La amaba.

Yun tenía una manera entre elegante y deportiva de caminar. Su estilo de vestir era como el de un bibliotecario sporty.
Cuando estuvimos cerca, ya había dejado de llover. Al llegar él empezó a correr. Me pregunté si le había pasado algo que yo no había notado, y lo que él hizo fue sentarse al lado de Mafalda, en el banquito donde la escultura posaba sentada.
Una enorme sonrisa iluminaba su rostro en ese día nublado.
—A mis amigos argentinos no les gustan mucho los libros. — dijo.

— ¿Te saco una foto?— pregunté encantada.

—Por favor— respondió mientras me pasaba su celular.

Y salió muy dulce en la foto. Luego me tomó una a mí.
Fue como si el recorrer ese lugar lo había conectado con su lado infantil, como si le diera más confianza compartir ese aspecto de él conmigo.
Mientras recorríamos el paseo, él iba posando con los muñecos, y me instaba a hacer lo mismo. Su rostro se iluminaba más con cada cosa que le provocaba una sonrisa. Me sorprendió esa parte extrovertida de él. Yo también era extrovertida a veces, pero aún seguía pensando en lo que pasó en la librería.

Yun me dijo que lo que más le costó al entender del español fueron los chistes, puesto que tenían mucho contexto detrás para comprenderlos.
Ésta vez me recitó otro poema. Aunque era triste y se notaba en la voz, él tenía una sonrisa amable. Cerré mis ojos como lo había hecho anteriormente, y lo repetí, sonriendo también. El poema se titulaba "Ser una Persona Búho", y decía así, << ¿Qué es ser una persona búho?, Ser una persona búho es prácticamente dormirte con la estrella más grande y despertarse con las más pequeñas.

Es desayunar papas fritas y cenar el desayuno.

Ser una persona búho es tener fascinación por los seres fantásticos que aparecen luego del atardecer, que por los personajes que circulan la realidad.

Es que el día sea una pesadilla de la que no podés despertar, y la noche un sueño que no te deja dormir.

Es preguntarse si habrá algún universo paralelo donde sea normal ser noctámbulo...

Es cuestionarse si sos de la tierra o de la luna.

Es debatirse si alguna vez acabaré con el insomnio eterno.

Es creerse especial solo porque un par de estrellas te contemplan y te cuentan sus secretos, y les contás los tuyos como si te escucharan.

Es pensar que tengo un eterno enamorado en algún rincón del planeta, que piensa todo su día en mí, y aun así, me sigue pensando cuando descansa.

Es preguntarse qué le hiciste al sol para que no te quiera, que solo la Luna te guarda bajo su refugio, y el sol te daña los ojos en vez de bañarlos, y te pases las noches llorando en vez de soñando.

Ser una persona búho es vivir de tus anhelos, dormirte del mundo, y que el mundo no te conozca, jamás...>>

Cuando los abrí, él sonreía con dulzura, pero rápidamente bajó sus ojos.
Continuamos el recorrido, y él no pudo evitar pasar a un negocio coreano.

—Te van a encantar éstos jugos— me dijo mientras me animaba a que ingresemos.

Al entrar, habló en su idioma con el dueño. Me pregunté si lo conocía.
El dueño del local tenía un trato muy amable, y conversaron un poco. El señor me miró y luego a Yun. Dijo unas palabras que hicieron que Yun se pusiera rojo y bajara la mirada tratando de disimular una sonrisa.

18 horas para enamorarseDonde viven las historias. Descúbrelo ahora