XXXV─ Magnus

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─ ¡No moveré ni los pelos de mi coñ...!

─ Vamos a calmarnos.

Jasper ya estaba cansado de la pelea entre su novia y su hermano adoptivo. Todos lo estaban, porque al parecer era la única forma de comunicación entre ambos.

Pero en el fondo sí se querían, solo que no lo admitirían.

─ ¡Bella está en peligro!

─ En peligro estan tus neuronas, ¿o ya las mataste todas al igual que a la familia de Bambi?

─ Eres una inmadura.

─ ¡Y tú un anciano!

El rubio llevó una mano a su rostro sosteniendo el puente de su nariz mientras cerraba sus ojos con frustración. Era eso lo que le tocaría por el resto de la eternidad, almenos hasta que Bella fuera como ellos.

─ Ella está en peligro, debes...

─ Yo no debo nada, los Quileute son buenas personas al igual que Jacob, ¡nada le sucederá!

─ ¡Ellos son peligrosos!

─ Oigan, ya...

─ ¡Peligroso va a ser el puñetazo que te romperá la maldita cara! ─ Gruñó la pelirroja dando varios pasos pero Jasper se apresuró en detenerla.

─ Aquí termina esta discusión, esperaremos a que Bella regrese y tema finalizado ─ Tomó los hombros de su amada intentando alejarla de Edward pero ella se deshizo de su agarre volviendo a el vampiro.

─ ¡No he...!

Algo la detuvo. Como si algo o alguien la empujara con fuerza por los aires y chocara contra la pared contraria de las ventanas de la casa Cullen.

El estruendo de todas las ventanas rompiéndose resonó por toda la casa. En un segundo toda la familia se encontraba en el lugar, Jasper junto a Lydia con su rostro lleno de preocupación.

El rostro de la Martin era un poema. Jasper la sostenía con sorpresa y preocupación en su mirada.

─ Lyds, Lyds ─ La llamó tomando su rostro entre sus manos pero ella no apartaba la mirada de el bosque, las ventanas rotas.

─ ¿Escucharon eso?

Rosalie llegó hasta Jasper y ella. La ayudaron a ponerse de pie, parecía aterrada, su mirada no se apartaba de el bosque.

Edward frunció su ceño y luego abrió sus ojos de golpe mirando de igual forma el bosque.

─ ¿Qué ocurre? ─ Preguntó Esme preocupada llegando hasta la banshee.

─ Edward, ¿escuchas lo mismo que yo? ─ Ninguno apartaba la vista de el bosque.

─ Sí...

─ Lyds, nos estás asustando ─ Murmuró Alice ─ ¿Qué es lo que escucharon? ¿Qué sucedió?

─ Las voces... son más, estan revueltas ─ Comentó Edward enfocando su mirada en su hermana ─ Hablan...

─ Hablan de un portal, dicen que un portal de otro mundo fue abierto en el bosque, unos seres malvados y otros buenos pasaron a este mundo pero no...

Llevó una mano hasta su boca con aún más sorpresa, sus ojos cristalizándose. Jasper estaba más que asustado por todo lo ocurrido en menos de unos minutos y el torbellino de emociones en su novia.

─ Honey...

No esperó ni un segundo. Se separó de la familia y corrió unos metrps hasta estar frente a su parca y lo abrazó con tantas fuerzas como pudo estallando en llanto. Los presentes se sorprendieron al ver aparecer a Magnus en cuanto la pelirroja lo abrazó.

Se aferró a la muerte, él le correspondió el abrazo de igual forma suspirando aliviado.

Todo ese tiempo moría de preocupación al no saber cómo se encontraría su Honey. Apesar de todas sus bromas pesadas y su sarcasmo de doble filo, él también la quería tanto como ella a él.

─ Estas bien ─ Murmuró.

El abrazo duró unos segundos más hasta que la mujer lo rompió. Limpió las lágrimas de su rostro y lo miró con preocupación y miedo.

─ ¿¡Qué te ocurrió!? ─ Preguntó asustada al verlo lleno de golpes ─ ¿¡Dónde estabas, imbécil!? ¿¡Y Castiel!?

─ Digamos que todos los seres fuimos llamados a una dimensión donde nos quisieron encerrarnos en esa dimensión pero logramos escaparnos y abrimos muchas grietas a distintas dimensiones y de alguna forma terminé junto a Castiel en una dimensión apocalíptica donde ambos tuvimos que luchar contra muchas criaturas y logramos abrir este y de alguna forma perdí a Castiel cuando salí de aquí.

─ Linda historia ─ Emmett enarcó una ceja ─ Pero algo no cuadra, ¿no se supone que sean seres superiores y mega poderosos?

─ Sí lo somos, niño ─ Le sonrió sarcástico ─ Pero digamos que hay una fuerza mayor a la mía y la de Castiel llamada arcángel el cual es el doble de poderoso que nosotros ya que fue de las primeras creaciones de Dios y, además de eso, estaba furioso por haber estado enjaulado todos estos años y por culpa de los Winchester escapó y robó bastante poder de todos nosotros para poder conseguir la fuerza que ahora tiene, así que lamento si me necesitaron pero también debo velar por mi trasero.

Lydia intercambió su mirada entre Emmett y Magnus y luego suspiró colocando una mano sobre el hombro de la Parca.

─ Ve a ver a Alec, te hará bien, lo necesitas ─ Le regaló una cálida sonrisa.

─ ¿Segura que no me necesi...?

─ He sobrevivido estas semanas por mi cuenta, todo estará bien ─ Lo animó ─ Y dile a Castiel que vaya a casa, lo extraño demasiado.

─ Bien, hasta luego Honey.

─ Hasta luego, imbécil.

banshee➨ j. haleWhere stories live. Discover now