banshee➨ j. hale

Wincherter's

Pueden saltarse el capítulo si lo desean, lo hice para todas las fans de SPN que me leen. Es solo un extra, no muestra nada importante ni ningún cambio a la trama, actualizaré en unas horas.

──────ミ𖤐₊˚. ──────

Estacionó la motocicleta frente a su hogar y suspiró. Había sido un día largo por todo lo ocurrido, aún seguía con el abrigo de Jacob y aún así estaba muerta de frío por su ropa húmeda.

Fruncio su ceño al ver un auto que no era el de el ángel estacionado frente a la casa, uno antiguo pero hermoso.

Cuando bajó de la moto dejó el casco y se acercó a la puerta de su hogar. Antes de poder abrirla, esta se abrió mostrando a Castiel con sus manos en su cintura y su ceño fruncido.

─ Hola a ti también, papá ─ Se burló besando su mejilla y pasando por su lado adentrándose a su hogar.

─ No vuelvas a salir así ─ La regañó ─ Yo no adivino donde estas, no como Magnus.

─ Tranquilo, él estaba conmigo ─ Se encogió de hombros caminando hasta el comedor y quedándose estática al ver otras tres personas ahí ─ Hola, no sabía que Tony tenía nuevos amigos ─ Sonrió con cordialidad acercándose hasta ellos, tres hombres sentados en una mesa ─ Soy Lydia ─ Estiró su mano.

─ Sam Winchester ─ Le estrechó la mano el primero sonriendo de igual forma. Tenía su cabello largo y barba.

─ Jack ─ Se presentó el menor sonriendo en grande mientras le estrechaba la mano.

─ Un gusto ─ Rió ante el entusiasmo de el adolescente castaño frente a ella.

Su mirada pasó a el último que tan solo la miraba de mala manera por lo cual solo bajó su mano y miró a Castiel.

─ Él es Dean, no está pasando por un buen momento por lo que, ya sabes ─ Intentó excusarlo el ángel ─ ¿Podrías ir a tu habitación? Jack puede acompañarte.

─ Jack no irá a ningún lado ─ Interrumpió Dean con su ceño aún más fruncido.

─ Jack, ve con Lydia ─ Le palmeó el hombro Sam sonriéndo.

─ Ven ─ Le sonrió la pelirroja comenzando a subir las escaleras con el chico tras de ella.

─ ¡Dejen la puerta abierta!

La chica rodó los ojos ante el grito de el ahora Dean.

Si tendría que ponerle una edad le pondría la misma que Jacob, uno o dos años menor que ella.

Ella se lanzó sobre su cama y Jack tomó asiento en una de las sillas mirando la habitación sorprendido.

─ ¿Sam y Dean son algo?

─ Son hermanos ─ Respondió amable.

─ ¿De dónde vienen? ¿Cómo conocieron a Tony?

─ Venimos de... de Kansas ─ Le tomó segundos responder ─ Lo conocimos en... en el trabajo.

─ Bien... ─ La chica frunció su ceño ─ ¿Son tus padres? ─ Preguntó.

─ Mi padre es Castiel ─ Dijo distraído observando un cuadro de pintura.

La banshee se reincorporó al instante.

─ ¿Qué? ─ Interrogó al instante, seria. El nefilim, al notar su error, se levantó de la silla nerviso.

─ Digo, es mi padre y él murió por eso los Winchester me cuidan y...

Se levantó y lo tomó de el brazo obligándolo a bajar las escaleras junto a él hasta llegar a la mesa.

Los tres hombres callaron su pequeña discusión cuando los vieron.

─ ¿Qué mierda, Castiel? ─ Cuestionó molesta para sorpresa de todos mientras soltaba a Jack ─ ¿Quiénes son estas personas? ─ Cuestionó cruzándose de brazos.

Los hermanos compartieron mirada mientras Jack tomaba asiento en la mesa avergonzado.

─ Somos cazadores ─ Respondió Dean ─ De cosas como tú, las matamos.

─ Que lindo, ¿me matarán? ─ Enarcó una ceja ─ Soy malditamente inmortal, de no ser así ya me habría pegado otro tiro ─ Protestó rodando los ojos.

─ ¿Es esta la niña? ─ Dean la señaló mirando a Castiel ─ Es una estupidez que cuides de un banshee.

─Es una dimensión diferente a la tuya, Dean ─ Casi exclamó el ángel ─ Aquí las cosas controlan sus instintos, ¡son diferentes! Dime, ¿acaso parece una banshee de las que has visto?

─ Cass tiene un punto, Dean ─ Sam intervino ─ Son diferentes aquí.

─ ¿De qué estan hablando? ─ Protestó Lydia tomando asiento frente a Jack.

─ Hay otras dimensiones, esta es una ─ Le explicó Sam mientras Dean y Castiel continuaban su discusión ─ Jack al ser mitad ángel logró abrir un portal para que nosotros pudieramos venir a buscar a Castiel que estuvo fuera dos semanas.

─ ¿Dos semanas? ¿No estuvo aquí quince años?

─ Un año aquí equivale un día en nuestra dimensión ─ Continuó explicando el menor de los Winchester ─ Solo queríamos asegurarnos que Cass estuviera bien, aquí no hay criaturas para cazar, Dean.

─ Soy un ángel, Dean, voy a estar bien ─ Se cruzó de brazos, Castiel.

─ Me iré, pero ninguno de nosotros irá a el Vacío a buscarte ─ Lo señaló.

─ Lo que digas ─ Rodó los ojos el ángel.