Acrofobia

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ADVERTENCIA: Mención de acoso escolar.


Dicen que nacemos sin miedos, y que los adquirimos conforme pasan el tiempo y las experiencias, solía pensar que nunca viviría en carne propia el terror a algo, que equivocada estaba.

Ese día estará siempre en mi memoria de la forma más nítida posible. Era un agradable viernes de abril, las clases de ese día habían acabado y me encontraba caminando hacia la salida de la escuela, giraba mi cabeza en todas direcciones buscando a Eli entre la multitud de alumnos que se aglomeraban en los pasillos, algunos simplemente se quedaban de pie en medio de los pasillos platicando y riendo con sus amigos, otros guardaban y sacaban libros de sus casilleros.

Mi vida escolar podría considerarse buena, tenía buenas calificaciones, quizá no las mejores pero servían para pasar bien de año, tenía 2 amigas a las que quería y en las que confiaba, no formaba parte de ningún club deportivo escolar, aunque si hacía deporte en club fuera de la escuela, era amigable y me llevaba bien con muchas personas, aunque como siempre, existían esas compañeras o compañeros que se empeñan en hacerte pedacitos la vida.

- Estás bastante feliz hoy- dijo Grace mientas se dedicaba a examinar el pedazo de papel entre sus manos - ¿Es por la excursión?- 

- Quizá solo es porque Harper y su grupo de arpías no la han molestado hoy- soltó Lillian con una mueca de molestia. 

-No las llames así  Ann , son malas si, pero no creo que sea bueno que las ofendas de esa manera- dije con un deje de cautela, no sería bueno si Harper se enteraba que la llamábamos arpía cuando estaba lejos, aunque Grace solía decírselo a la cara muy seguido.

-No las defiendas Rox, aún no puedo entender porque te molestan, yo no te veo nada de malo- Grace solía ser la que más abiertamente se quejaba acerca de eso, yo simplemente me había resignado a que, por lo menos hasta que me fuera a Bajoterra no tenía mucho caso preocuparme de quienes estuvieran en mi contra.

-Las has escuchado Grace, piensan que soy rara, que me tiño el cabello y sabes lo que dicen sobre que mi padre casi nunca está en casa- dejé de buscar a mi hermano para contestar con una tranquilidad que no poseía, era cierto, no me habían molestado hoy, quería evitar a Harper y encontrar a Eli.

-Aún así, tu sabes que nosotras no pensamos eso de ti, y sabemos que lo de tu padre es por trabajo, además tu cabello es precioso y es obvio que no es tinte- Ann tenía una sonrisa resplandeciente siempre, con solo mirarla hacía que te sintieras mejor.

Muchas veces mientras caminaba por esos pasillos junto a ellas pensaba en lo mucho que extrañaría su compañía cuando me fuera, y en como les diría que me dejaría de ver algún día, quizá para siempre.

-¿Irán a la excursión de mañana?- pregunté mientras recordaba el papel que sostenía, y que ellas también lo hacían, un permiso para ir de excursión a un bosque a las afueras de la cuidad, era una excursión de ida y vuelta, no nos quedaríamos a acampar.

-Yo no, mis padres ya tenían planes de ir a casa de mis abuelos el fin de semana- una mueca de decepción se instaló en el rostro de Grace, ella giró su rostro hacia Lillian.

-Que hay de ti Lillian ¿Irás?- 

-La verdad es que no se, no me gustaría ir sola- en ese momento Lillian se giró a verme y apresuradamente dijo - Es decir, es que, bueno, no te ofendas Rox, pero tu nunca vas a estas cosas, pero te diré algo, si vas, yo voy- su sonrisa nunca había desaparecido.

Ya habíamos llegado a la entrada y estábamos de pie a un costado de la amplia salida.

-Sabes que Lillian, te veré mañana, iré- dije totalmente segura de mi misma.

Especiales BajoterraWhere stories live. Discover now