Cuarenta y cuatro.

2.4K 169 215
                                    

14 de febrero de 2019, Buenos Aires, Argentina

San Valentín


Me retuerzo ligeramente debajo de su cuerpo y arqueo la espalda, así que mi cabeza se mueve y mi cuello queda expuesto. Veo nuestro reflejo sobre el espejo que tenemos colocado en el techo y es escondo un poco en su cuello mientras él besa mi clavícula. Cierro los ojos débilmente a causa del placer y gimo en voz baja.


—Abrí los ojos. —su voz áspera y un poco ronca consigue erizarme la piel— Mirá lo linda que sos, Andrómeda. —dice con amor y con dulzura.


Abro poco a poco los ojos para volver a encontrarme con nuestras figuras unidas. Su cuerpo cubre el mío, pero no mi cara. Veo su piel blanca y desnuda, sus piernas, su culo desnudo, sus caderas haciendo presión contra mí, su perfecta espalda, sus hombros fuertes y definidos. Por último, me veo a mí misma. Mi cara de placer mientras me besa el cuello y se desliza dentro de mi cuerpo.


—Te amo. —susurro con la voz temblorosa cuando llegamos al orgasmo juntos.

—Te amo. —se deja caer sobre mi cuerpo, aplastándome un poco.


Apoya su cabeza sobre mi pecho y suspiro feliz. Miro nuestro reflejo: su cuerpo sobre el mío encajando a la perfección como si fueran uno solo, nuestras pieles en contacto, su cabeza sobre mi pecho desnudo y sus ojos cerrados, con una expresión que me transmite demasiada calma y paz mientras le acaricio el pelo.


—Podría quedarme así siempre. —dice en voz baja y yo sonrío.

—Lo sé. —digo suavemente— Yo también.


Nos quedamos en silencio un rato, mientras miro el espejo en el techo y le acaricio el pelo. Me muerdo ligeramente el labio y suspiro, agacho un poco la cabeza para mirarlo y él me mira también.


—¿Qué? —susurra.

—Feliz santo. —digo en voz baja y él se ríe, poniendo los ojos en blanco.

—¿Sí sabes que San Valentín es una estrategia para que las parejas gasten plata, cierto?

—Sí, sé que odias el día de tu santo.


Se ríe y niega con la cabeza, acomodándose mejor encima de mí y mirándome.


—No lo odio, solo me parece absurdo. —dice— Te amo todos los días, no un solo día estúpido al que etiquetaron como "el día de los enamorados".

—Yo también te amo todos los días, pero eso no significa que no me gustaría poder celebrarlo. —explico, mordiéndome un poco la mejilla por dentro.

—¿Querés celebrar San Valentín? —pregunta y parece un poco sorprendido.


Me encojo de hombros en modo de respuesta y acaricio su pelo, colocando algunos mechones despeinados hacia atrás.


—Tengo algo para ti. —reconozco de manera tímida y él sonríe.

—Decime que no te gastaste dinero, por favor. —dice de manera dulce, acariciando mi cara.

Andrómeda ~ WosWhere stories live. Discover now