Cuarenta y uno.

2.2K 163 187
                                    

13 de enero de 2019, Buenos Aires, Argentina


Cuando Valentín y yo entramos en el aeropuerto y nos dirigimos a la terminal correspondiente, no tardamos en encontrarnos con Dani. Sonrío en la distancia y veo que él levanta un poco la comisura de los labios, suprimiendo una sonrisa también. Valentín aprieta inconscientemente un poco mi mano y yo trago saliva, mirándolo. Su vista está clavada hacia adelante, mirando a Dani en la distancia. Suspiro un poco y acaricio su mano, haciendo que me mire. Le dedico una pequeña sonrisa y él intenta sonreír también, aunque no lo consigue. Asiente despacio y continuamos caminando para encontrarnos con él.


—Hola. —nos saluda cuando llegamos.

—Hola. —digo en voz baja.


Tengo que suprimir las ganas que tengo de darle un abrazo y eso me resulta extraño, porque no considero que sea nada malo, pero no quiero que Valentín se moleste. Además, la situación ya es lo suficientemente incómoda, puede que incluso un poco violenta.

Mi novio se toca el pelo a mi lado y suspira.


—Los dejaré a solas un momento. —decide por su propia cuenta y yo lo miro con la mandíbula apretada.


Valentín me mira y deja un beso en mi frente antes de alejarse unos metros, dando vueltas por el aeropuerto. Me quedo mirándolo un rato, sintiéndome extremadamente incómoda. ¿Así va a ser a partir de ahora? ¿La amistad entre Dani y Valentín se ha roto? ¿No vamos a poder volvernos a juntar los tres y quedar? ¿Y yo? ¿No voy a poder ser más amiga de Dani por una tontería que pasó hace tiempo? Que ni llegó a pasar, en realidad.

Giro la cabeza y miro a Dani, que me sonríe un poco, contagiándome de inmediato. Sin poder evitarlo, me acerco y rodeo su cintura con los brazos. Se ríe un poco y me abraza también mientras apoyo mi cabeza en su hombro. El abrazo dura un poco más de lo que suelen durar mis abrazos con Dani, pero supongo que ambos lo necesitábamos. La última vez que lo vi, mi novio le había partido el labio y no paraba de sangrar. Me separo un poco y me fijo en su labio, totalmente curado y sin rastro de cicatriz.


—¿Estás bien? —pregunto con necesidad y él asiente tranquilo, con intención de calmarme— ¿Seguro?

—Sí. —vuelve a asentir— Te añoré un poco, nada más. —bromea, dándome con el codo en el brazo y yo me río un poco.

—Yo también. —aseguro— Tenía muchas ganas de verte, pero no sabía... —me quedo en silencio y me encojo de hombros— Bueno, no sabía cómo hacerlo sin molestar a Valen. —murmuro y él asiente, como si me entendiera perfectamente.

—Tranquila. —toca mi brazo suavemente— Está bien.


Rompe el contacto conmigo rápidamente y mira hacia el lado, donde se encuentra Valentín mirándonos. Suspiro y bajo la cabeza.


—¿Así va a ser a partir de ahora? —pregunto en voz alta y él me mira con una mueca— ¿No vas ni siquiera a poder darme un abrazo por miedo a que se ponga celoso o pueda incomodarle? —digo con tristeza.

—Dale un poco de tiempo. —responde suavemente— Está dolido y lo entiendo, traté de besarte. —lo justifica.

—Pero no lo hiciste. —lo defiendo— Ni siquiera sabías qué hacías, estabas pensando en Lidia.

Andrómeda ~ WosWhere stories live. Discover now