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Minho y yo nos encontrábamos en su habitación escuchando música abrazados.

Todo era más sencillo ahora que llevábamos casi tres meses juntos.

Era increíble la rapidez con la que pasaba el tiempo cuando estaba con él; aún podía recordar aquella tarde en la que le habíamos dicho a Eun-Ji que teníamos una relación. Ambos esperábamos una reacción mala de su parte, pero sucedió todo lo contrario, se había puesto tan feliz que nos había preparado un delicioso pastel de chocolate.

Minho, como siempre, se quejaba de la exageración de su madre, mientras que a mí me parecía de lo más tierno.

En el transcurso de esos tres meses, Minho y yo habíamos visitado casi todos los cafés de la ciudad, conocíamos todos los parques cerca de mi casa y de la suya, los restaurantes de comida rápida y yo conocía absolutamente todos los lugares que Changbin solía frecuentar antes de su accidente.

Todo era fácil cuando estaba a su lado, las peleas eran pocas y nunca pasábamos más de un día entero peleados.

Era tan fácil estar con él, todo eran risas, secretos, palabras de amor, promesas, bromas, juegos, besos, caricias..., me sentía realmente afortunado al tener un chico como él en mi vida.

—¿Irás al parque acuático con tus compañeros? —preguntó Minho.

Habíamos discutido hacía unos días por ése motivo.

Yo quería que me acompañara pero él se negaba rotundamente a conocer a alguien más que no fuera Felix. Decía que no quería avergonzarme pero a mí me importaba una mierda que fuera ciego. Él era el chico con el que soñaba despierto y quería que todos lo supieran.

—No. Si tú no vas conmigo, no iré —dije resuelto mientras cambiaba de canción.

Pude sentirlo tensarse a mi lado, pero no iba a ceder. Él iría conmigo y si no lo hacía, yo tampoco iría.

—Ve a divertirte —dijo con severidad.

—Me divierto aquí contigo —dije en voz baja.

Moría de ganas por ir, pero había fantaseado mucho tiempo con estar con él en el agua, tomando el sol tirados en la hierba. No quería hacer esto sin él.

—Jisung, por favor —dijo con un tono de voz autoritario.

Me apoyé sobre mis codos para mirarlo y lo besé en los labios y luego dije —Vamos.

—¿No vas a rendirte, cierto? —dijo.

Una sonrisa se asomaba de sus mejillas y supe que estaba a punto de ganar la batalla.

—Nunca. ¿Te imaginas?, tú y yo dentro del agua abrazados, probablemente besándonos, tirados en la hierba tomando el sol, semidesnudos... —dejé que las palabras "semidesnudos" hicieran su trabajo y pude notar a Minho sonreír con malicia.

—Eso no es justo —masculló —. Estarás destapado desde la cintura hasta arriba y no podré verte.

Una punzada de dolor me atravesó el pecho pero intenté sobreponerme rápidamente —Te dejaría tocarme —dije casi con un hilo de voz.

Una expresión de asombro surcó el rostro de Minho, pude ver como sus ojos se oscurecían por el deseo. Yo me mordí el labio mientras sentía el calor subir a mis mejillas.

—Suena... —la voz de Minho sonaba ronca. — tentador.

— Aunque a decir verdad, no tengo nada que mostrar... — dije con algo de diversión. Minho estallo a carcajadas y me beso.

— Eres perfecto sungie —  me dijo entre besos — No me importa tu cuerpo, me importa muchísimo más tu forma de ser, por como besas, tu risa, tu voz... —  Me sonroje al escuchar tales palabras.

Después de un momento de silencio me armé de valor y pasé una pierna por cada lado del torso de Minho, quien se encontraba acostado sobre su cama.

Quedé a horcadas sobre él y sentí sus manos posarse en mis caderas mientras se sentaba para quedar cara a cara.

—¿Te imaginas como seria estar juntos en la piscina? —susurré.

Me sentía exageradamente apenado sentado de aquella forma sobre él, pero quería que fuera conmigo.

—No juegues conmigo, Jisung —se quejó entre dientes mientras deslizaba sus manos por mi cintura hasta agarrar mi trasero.

Mi corazón se aceleró en latidos intensos y una extraña sensación me recorrió el cuerpo mientras sus manos trazaban círculos por mis piernas, muslos y mi trasero.

—¿No te gustaría acariciarme como lo haces pero en la piscina? —pregunté sintiéndome todo un descarado.

Jamás lo había dejado llegar tan lejos.

Sus caricias se limitaban de mis caderas hacia arriba. A veces acariciaba mis piernas y mi trasero sobre los pantalones, pero era sólo cuando las caricias subían de tono.

Para ése momento, estaba completamente ruborizado y agradecía al cielo que Minho no pudiera verme.

Un gruñido de frustración salió de sus labios cuando lo besé.

—Esto no es justo —masculló contra mis labios.

—¿Irás? —susurré contra sus labios.

—¡Maldita sea, si!, ¡Iré!, ¡No dejaré que nadie más te mire cuando vas a estar tan destapado si no vas conmigo! —gruñó mientras me rodeaba la cintura con sus brazos y nos giraba haciéndome quedar debajo de él.

Lo besé mientras una sensación de triunfo llenaba mi pecho. Estaba feliz.


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Holaaaaa, ya estoy teniendo más tiempo para actualizar! Así que esperense hartas actualizaciones está semana >:D 

Me voy a seguir escribiendo, se les quiere :3 bai

Jun~

Though I can't see you (MINSUNG)Where stories live. Discover now