Capítulo VII. Problemas en la Ciudad

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"Nada" respondió el zorro, pero entonces trataron de quitarle lo que llevaba en las manos, entonces él lanzó la pelota hacia un tejado, mientras uno de los perros lo detuvo con fuerza poniendo la espalda del zorro contra la pared, y le preguntó que qué era eso. "¿Qué cosa?, si yo no traigo nada", "lo que lanzaste", "yo no lancé nada", "vean lo que lanzó allá arriba", les dijo a los otros canes, que sin saber cómo subir, le dijeron: "es que está muy alto", y como el perro estaba volteado, el zorro lo empujó y se le escabulló por debajo de las piernas, entonces los otros perros trataron de detenerle, pero él corrió hasta una de las casas y saltó agarrándose de una cornisa, los perros casi lo agarraban, pero él se impulsó hacia arriba, los perros no le alcanzaron a agarrar las patas, y él subió al tejado, encontró la pelota rápidamente, y corrió por el tejado escapando de aquellos canes, saltó por la parte de atrás, y sin detenerse a nada más, corrió y corrió y corrió hasta salir de la ciudad. Ya estando lejos se agachó y respiró un poco, y luego ya se fue muy despacio hasta llegar al bosque.

El Zorro y el Sabueso. Un Cuento de NavidadWhere stories live. Discover now