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Antonella:

Después del enfrentamiento que tuve con Mateo se había vuelto menos frío y ahora sí podía mantener una conversación más fluida con el.

—¿Puedo probar?— le señale el pucho que llevaba en la mano, él me miro raro pero después agarro y me dejó probar estirandome el pucho.

—No te ahogues que si no quedas como una tarada — lo único que no cambio Mateo era su forma de tratarme en algunas ocasiones y eso me rompía los ovarios.

— Callate Teo — le dije divertida hasta que me di cuenta de cómo lo había llamado — pe-perdon

— No pasa nada, me gusta como suena — Y por primera vez lo ví sonreír de una manera tierna y sincera y no esas sonrisas arrogantes que me daba.

Di una calada al pucho y después tire todo el aire en la cara de Mateo solo para joderlo, le tendí el pucho y me acomode un poco.

— Sos re atrevida — se río mirando al piso.

— ¿Qué? ¿Qué hice? — dentro de mi inocencia me desespere.

estábamos sentados en un banco del lugar, estábamos frente a frente y yo tenía mis piernas sobre las suyas. Se acercó hacia mí lentamente rozando nuestras narices, cerré los ojos pensando en que me iba a besar nuevamente.

no voy a mentir, extrañaba sus labios, pero no iba a dar el primer paso.

— ¿Que te parece mejor? ¿Esto o una salida al cine? — preguntó de la nada, estaba sereno y cambió su mirada a unos nenes en la plaza.

Desde siempre me llamó mucho su voz un poco ronca y linda, me llamaba la atención.

—esto, acá puedo hacer lo que quiera y en el cine no —respondi sin pensar.

— En el cine no hay luz y me podes tocar todo lo que quieras... pero si a vos te gusta jugar a ser la virgen maría esta todo bien. — sobrado me respondió, casi se me cae la cara de la vergüenza que me dio que me lo haya dicho en público.

(...)

Mire la hora, ya eran las ocho de la noche, me quedé con Mateo hablando toda la tarde mientras fumabamos juntos.

Maravillosamente me acompaño hasta casa así que le pagué el pasaje del bondi.
El colectivo estaba vacío así que nos sentamos al final de todo, el en la ventana y yo al lado, tenía un poco de vergüenza pero puse mi cabeza en su hombro y cerré los ojos un rato para sentir la paz del lugar, amaba los lugares transitados, los lugares urbanos o que parecieran que están habitados.

—no te duermas— dijo gracioso y me rei por la nariz.

Mi barrio no quedaba tan lejos así que no estuvimos mucho tiempo sobre el colectivo. Bajamos y caminamos hasta la entrada del barrio, nos paramos y nos quedamos mirando, yo obvio con la sonrisa de boluda porque hay cosas que no se disimular.

— Gracias por la salida Teo — le dije sonriendo como boluda y acercándome un poco más a él, todo estaba oscuro en este lugar y a penas lo veía.

— Gracias a vos Anto —Dijo y coloco sus manos en mi cintura, y yo en su cuello. Juntamos nuestros labios en un lindo beso de esos que no te esperas de alguien que solo te quiere para coger, de esos besos tiernos que se daban Sebas y Fer cuando estaban juntos... un beso de despedida.

A una cuadra se podía ver luces de colores parpadeantes cerca de mi casa y mientras más me acercaba veía a mi mamá en el porche de la casa llorando y hablando con policías, estaba mi papá y mis hermanos al lado.

Dioni estaba muy asustado y eso me rompió el corazón, mi hermano menor lo era todo para mí.

Me acerque y le pregunté a un policía que pasaba.

—Desaparecio una chica llamada Antonella Díaz...— Cuando la policía me vio se quedó callada—¿Usted es...

No termino de hablar ya que la interrumpi— Si soy yo...—Las dos estábamos igual de frustradas y las dos pellizcamos el puente de nuestra nariz.

—¿Puedo saber el por qué de su desaparición por largas horas?—Pregunto volviendo a su trabajo.

—Me junte con un amigo...—Dije incomoda y ella solo asintió y escribió lo que dije en una libreta que tenia ahí, se me venía una larga discusión.

-Alguien🌊

Me mande un capítulo de 600 y algo de palabras, no pasa seguido así que sepan valorar gentee (ahre q ahora m mando de casi 1000 hajsjwkdkd ponete a labursr pelotuda)

-𝟏𝟓 || TruenoKde žijí příběhy. Začni objevovat