Aprovechando que el almuerzo aún no estaba en la mesa, me levanto y voy al baño.

Cuando regreso escucho a Lau preguntándole a jess si el jefe tiene novia.

-Que va- contesta llevándose una papa a su boca- tiene muchos "amigas" con derecho, nunca se le ha conocido una novia formal.

Mientras escuchaba eso pensaba que estaba claro, ¿Qué Mujer sería tan idiota como para ser novia de ese hombre? Ni aunque fuera de mentira.

Pov Emilio

Cuando salí de la oficina me dirigí a un café, me compré un sándwich y un jugo, no tenía mucho apetito, me solía pasar cuando no estaba de buen humor. Llamé a Diego para preguntarle si quería venir, ya que por lo general almorzamos juntos, pero me dijo que prefería quedarse en la oficina, extraño, ya vería como le había ido con Lucas, a juzgar por su voz no muy bien.

Comí rápido y salí del café, escuché el sonido de mi celular lo, saque del bolsillo de la chaqueta y vi que era Lucas, contesté.

-Hola, Emilio, estoy yendo a tu oficina, necesito que hablemos- se lo escuchaba agobiado.

-Estoy entrando en la empresa, te espero- corté.

Estaba Berta en la recepción, cubriendo la media hora de jess y Lau.

Miré el reloj mientras subía el ascensor ¿Cómo le estaría yendo a Bondoní ? Lo sabría en este mismo momento, pero ¡oh sorpresa!, alguien no estaba en su escritorio, fruncí mi seño y miré alrededor a ver si alguien me podía explicar por qué el señor Bondoní no se encontraba en su puesto. Por ahí veo venir a Chelsy de recursos humanos.

-Chelsy, por casualidad ¿sabes dónde se encuentra Bondoní?

-Vi que el señor Valdés le dio permiso para salir.

-Bien, gracias.

Entré a mi oficina dejando la puerta abierta, en cualquier momento aparecería Lucas, más tarde hablaría con Diego sobre Bondoní.

Al ver a Lucas delante de mí, lo primero que se me escapó de los labios fue:

- ¿Ahora qué hiciste?- su cara decía culpable a todas luces.

Cerró la puerta de la oficina y comenzó a moverse de un lado para el otro como un pájaro enjaulado.

- La cagué y mucho, a estas alturas ya debes saber lo que paso con Diego por eso estoy aquí, necesito ayuda, Emilio no lo quiero perder- noté como se le quebró la voz.

Me levanté de la silla y lo abracé.

-Soy tu amigo, pero también de Diego y tengo que decirte que eres un completo imbécil- él sonríe levemente y asiente- pero veremos que podemos hacer.

Estuvimos un buen rato hablando del tema y luego se marchó.

Salgo de la oficina para ir a ver a Diego, Bondoní ya está en su puesto y me mira, yo también lo miro, pero sigo caminando, escucho a mi espalda:

- Emilio yo...

Me doy la vuelta.

-Hablaremos luego señor Bondoní, termine su trabajo.

Sigo mi camino y cuando llego a la oficina de Diego golpeo la puerta y paso.

Tiene las manos sobre su frente y parece que lloró y mucho, su cara está roja.

Hoy era el día de los abrazos pensé, me acerqué a Diego y lo abracé.

-Él me dijo que me quiere- dice entre hipidos.

El jefe y el secretario Where stories live. Discover now