Prólogo

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Y tosió en un pedazo de papel, descubriéndolo y notando pequeñas manchas rojizas acompañadas de una cantidad escasa de saliva y mucosa.

No le dió importancia.

Tal vez era algún pedazo de comida que había ingerido anteriormente y que por casualidad había salido en ese momento.

Suspiró y tiró el papel sucio en un contenedor de basura, alejándose así de aquel barrio, con una bolsa de compras en su mano.

El viento soplaba al contrario del castaño, mientras que por el frío sus gafas se empañan y sus suspiros eran vapor.

Llegó a casa y sé tiró en el sofá, quedándose dormido por el largo camino que había tomado.

Pasaron las horas y el reloj de la sala de estar sonó, dando así el aviso de que tres horas habían pasado.

Era ahora la 1:30 am, cuando el castaño abrió los ojos y notó la alfombra negra, tapizada ahora de rojo escarlata, con diversos pétalos siendo levemente empujados por el aire que de la ventana salía.

Sintió su garganta y dolía.

Sintió algo entre sus dientes y dolía.

Lo sacó con su mano y la sangre cayó.

Con la espina de una rosa, se pinchó.

𝑇𝘩𝑒 𝑟𝑜𝑠𝑒𝑠 𝑎𝑟𝑒 𝑝𝑎𝑖𝑛𝑓𝑢𝑙     |       ᴰᵒᶰᵍᶜʰᵃᶰWhere stories live. Discover now