𝙁𝘼𝙍 𝙁𝙍𝙊𝙈 𝙃𝙊𝙈𝙀 ➥peter parker [CORRECIÓN]

|18| Socializing with the enemy

❝ 𝘾𝙊𝙉𝙑𝙄𝙑𝙄𝙀𝙉𝘿𝙊 𝘾𝙊𝙉 𝙀𝙇 𝙀𝙉𝙀𝙈𝙄𝙂𝙊 ❞

Un sonido fuerte, cómo cuando dejas caer algo pesado y provoca un estruendo escandaloso llego hasta mis oídos y no dude en levantarme de una forma repentina. Tuve que contener un grito interno al sentir por un momento mi cuerpo en función, todo me dolía y me llegué a preguntar más de una vez si yo estaba muerta o tal vez en un sueño lúcido, pero de ser así esto se debería llamar pesadilla.

Giré la vista hasta la sala de reunión improvisada donde se encontraban los criminales charlando como si fuera normal tener a una persona encadenada a una barra de metal.

—¡Hey! —les grité con un poco de titubeó en mi voz pero ellos ni siquiera se molestaron en prestarme atención.

Me volví a sentar un momento mientras jalaba la cadena pero era algo inútil por que esa cosa era sumamente gruesa. Por un momento pensé que se habían basado en la película de juegos macabros, lugar espeluznante, tipos espeluznantes y una cadena, ¿Qué se supone que haga?, cortar mi pie.

—¡Eh, Norman! —le grité por que lo miré entrar a la habitación, y como la puerta no estaba tan lejos, era imposible que no me escuchará a menos que estuviera sordo.

Siguió su camino sin detenerse ni a mirarme. La verdad ya no sé si prefiero ser el foco central o ser un cero a la izquierda.

Algo en mi cabeza me decía que tal vez lo mejor sería guardar silencio y esperar a saber que era lo que querían de mi, ya que obviamente me querían para algo, si no lo más probable es que yo ya estaría bajo tierra. Ése era mi pensamiento de cordura, pero mi contraparte me pedía que les exigiera respuestas o intentará negociar. ¿Negociar qué?, primero tenía que conocer la importancia de mi presencia.

Cómo mis palabras al principio no sirvieron, se me ocurrió silbar y está vez logré captar sus miradas por menos de cinco segundos.

—Igual ni quería su atención —murmure bajando la vista hasta las pequeñas cortadas que tenía en mis piernas.

Quedarse sentada unos quince minutos en ése lugar no era algo tan malo, de hecho lo podía resistir, pero pronto esos quince minutos pasaron a convertirse a dos horas. ¿De qué tanto hablaran?, el calentamiento global, lo dudo mucho.

—¡Hombre Araña con tu red, la justicia podrás hacer! —canté una canción pegajosa que había llegado a mi mente, creo que por primera vez en lo que resta del día ya tenía la atención de ellos, pero en señal de molestia por que llevaba cantando la canción una y otra vez.

—¡Con valor, sin igual, al malvado podrás vencer y darrrrrr, AL MUNDO LA FELICIDAD! —finalicé chasqueando mis dedos, y por si no lo mencioné, el que se hace llamar Kraven el cazador, me miraba como si quisiera cortarme el cuello en ese mismo instante.