N i n e t e e n.

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Al salir me despedí de mis amigos rápidamente

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Al salir me despedí de mis amigos rápidamente. Quería solo llegar a mi casa y relajarme de toda la cantidad de información que había recibido en este corto día. La mejor forma de describir mi humor era como tormentoso, no estaba feliz, tampoco triste y mucho menos molesta solo irritada.
Noté que alguien caminaba a mi lado, seguí avanzado, hasta que comencé a preocuparme por la persona a mi lado no se iba, levanté mi mirada encontrándome con esa linda sonrisa, sus dientes blancos y perfectamente alineados me hicieron sonreír. Mi mal humor se había esfumado.

—¿También vives por aquí?—pregunté.

—No, quiero acompañarte—sentí tanta emoción, era algo incontrolable, un extraño cosquilleo invadía mi estómago.— Quiero que nos volvamos cercanos, que seamos buenos amigos primero que todo.

MyungSoo me volvía loca, parecía ser el indicado, el chico que siempre quise encontrar, pero, siempre hay un pero y aquí está el problema, no se cuál es. Hay algo que no deja de incomodarme.

—Cuéntame de ti—dije, esperando romper el silencio. Habíamos caminado callados.— ¿Por qué te cambiaste de escuela?—me di cuenta que la pregunta me dejaba como una persona que metía sus narices en donde no debía, así que rápidamente cubrí mi boca. Lo escuché reír, fue una carcajada corta, pero definitivamente sonora.— Perdón, no debí preguntar eso. Es incómodo.

—Claro que no, nos estamos conociendo es obvio que tienes curiosidad, como todos—El ruido de la ciudad minimizaba su voz.— Mi madre y yo decidimos mudarnos, en la capital hay mejores opciones, no hay mucha historia. Tengo una vida aburrida.

—Igual que yo.

Al escuchar la palabra aburrida, recordé las palabras de las chicas desconocidas, esa clasificación no podía quitármela de la cabeza, no porque me molestara, solo me preguntaba si SeHun pensaba así sobre mi.

—He estado escribiendo una canción—comentó, sentía que nuestra confianza podría crecer,— es sobre alguien especial y bastante linda.

—¿Sobre tu madre?—pregunté sin imaginar sobre quién era.

—No, es sobre una chica que dice que es muy aburrida.

En ese momento es particular no logré captar su indirecta y sentí algo de decepción. Voltee a mirarlo e hice un pequeño puchero.

—Espera—hice una señal con la mano en el momento que mi mente comenzó a trabajar,— ¿sobre mi?

—Sobre ti, HeeYeon. Supongo que algún día podrás escucharla.

—No digas supongo, quiero escucharla. No seas malo.

—La escucharás no lo dudes—esa sonrisa, me emocionaba. ¿Cómo un pequeño movimiento causaba tantas emociones en mi cuerpo?, era algo tan extraño y surreal.

Mientras más nos acercábamos a mi barrio me sentía más nerviosa, temía que alguien pudiera decirle algo a mi papá, el dictator no tendría piedad y me castigaría de por vida. Aunque podría mentir, hacerle creer que es un trabajo en equipo, mi madre no dudaría es cubrirme.
Aprovecharía esta semana de libertad, nuestra primera cita tendría que ser esta semana.

Sweet lies.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora