-¡Jaemin, ve por un balde con agua tibia y trae una manta!- mamá estaba arrodillada en el suelo sobre la alfombra blanca que ahora estaba tintada de rojo. Tenía unas tijeras en la mano, con las cuales cortaba los jeans de Taeil hyung. Sus ojos me miraron eufóricos- ¡Ahora, muévete!

Corrí por una manta y tropecé al bajar las escaleras. Mamá seguía diciendo "tranquilo, solo un poco más... no hagas fuerza todavía". Fui hacia la cocina por el agua y John me ayudó a cargar el balde hasta la sala.

-También t-traje toallas- dije entregándoselas a mami. La frente de Hyung se fruncía y sudaba horrores. Sus ojos de lobo estaban dilatados. Se aferraba a su alfa como si le fuese la vida en ello.

Pude sentir el momento en que mis venas saltaron. Las piernas de Hyung se abrieron y mamá las cerró.

-Lo siento cariño, esto no será como crees, tienes que ser fuerte.

¿Qué?

Taeil levantó la cabeza y vi la misma pregunta intentando ser pronunciado por sus labios.

Se suponía que daría a luz dentro de un mes. Se suponía que el doctor Park vendría enseguida. Mi madre nunca temblaba, nunca se asustaba al extremo de llorar, era la primera vez que la veía muriendo de ansiedad.

-Jaemin, necesito un cuchillo y el botiquín del baño- ordenó-. John, sujeta su cuerpo.

Le traje lo que pidió y ella tomó el filoso cuchillo empapándolo con el suero fisiológico.

Había algo más saliendo de hyung, era sangre y esa viscosa cosa transparente. Recé a San lobo que nos ayudase. John se sentó con las piernas dobladas a los lados de la cabeza de hyung y lo arrastró hasta apoyarlo contra sus muslos. Entonces le sujetó y Taeil hyung puso una toalla en su propia boca, donde los gritos desgarradores morían.

Todos parecían saber lo que estaba a punto de suceder. Todos menos yo lo sabían.

Quería ser más útil, calmar el dolor de hyung o encargarme de cualquier cosa mientras mamá pasaba algo anaranjado que supuse era yodo en el vientre de Taeil.

-Dame dos toallas, Jaemin. ¡Rápido!

Obedecí y la vi poner ambas toallas sobre la panza hinchada con una separación entre ambas. Y el corazón se me detuvo, luego latió con descontrol. Oh, por favor, no.

-¿M-mamá qué vas...?

-Shh.

Sus dedos palparon la diminuta porción de piel entre las toallas y, con el filo del cuchillo apretó para comenzar a hacer un tajo.

Joder, joder, joder...

-Jaemin, abre el botiquín ¡John sujétalo, no hay tiempo!

Yo bebía sangre, pero esta cantidad y este aroma me estaban mareando. Lo hice por inercia, mientras Hyung gritaba e intentaba mantenerse quieto, yo rocié suero sobre la herida y mamá hizo un tajo enorme en su vientre.

San Lobo...

San lobo... Ay no.

La bilis subió por mi garganta. El sentimiento mortal de pánico al ver una escena atroz en una película de horror. Pero esto estaba pasando frente a mis ojos y... Dios.

Las manos de mamá se metieron dentro del vientre de Hyung y tapé mis ojitos por no sé cuánto tiempo. Hasta que lo oí... ese pequeño sonidito milagroso. Era algo que llegaba a mis oídos cada vez con más fuerza, haciéndome separar mis manos para ver aquella pequeñita criatura.

Y entre tanta catástrofe, esa diminuta cosita era preciosa.

Simplemente hermoso. Un diminuto bebé que parecía embadurnado en algo asqueroso, pero lloraba... estaba vivo.

Caelum ~ {Nomin/Markhyuck}Kde žijí příběhy. Začni objevovat