—Si, claro. ¿Dónde piensas hacerlo, tío? ¿En tu casa, donde seguro que Leah te deja? —se burló Liam con gracia.

—Me ofende que penséis que le tengo miedo a mi madre. —comentó Ethan con indignación—. Aunque reconozco que conmigo a veces se pone un poco...

—¿Controladora? —sugirió Bea.

—¿Tacaña? —añadió Liam.

—¿Sobreprotectora porque no quiere que armes líos, ya que piensa que eres un irresponsable? —dijo una tercera voz, sobresaltando a los tres jóvenes en sus sitios.

—Por favor, deja de aparecer de entre las sombras. ¡Asustas! —dijo Liam con nerviosismo mientras Renesmee ocupaba un lugar al lado de Beatrice.

Se había hecho costumbre en la anterior semana que los tres muchachos pasaran más tiempo con Renesmee Cullen. Liam notaba raro volver a la rutina de cuando eran pequeños y solo tenía que preocuparse de que Ethan no pisara su castillo de arena, y las tardes en las que Renesmee y él veían películas de vampiros y hombres lobo en la televisión; pero le gustaba que la chica hubiera vuelto al grupo.

—Si, creo que lo has heredado de familia. Sinceramente, le tengo miedo a tu padre. —comentó Ethan. Él podía ser un chico duro y muy popular, pero en lo que se refiere a vampiros y a Leah Clearwater enfadada, les tenía un gran temor.

—Ya, bueno... Respecto a la idea de la fiesta, lo apoyo. —dijo Renesmee con una de sus sonrisas tan características.

—¿Estáis todos locos? Sería un completo desmadre. —dijo Liam con evidencia. No quería acabar castigado por culpa de su primo irresponsable y una Cullen con ansias de locura.

—En realidad, es una gran oportunidad para invitar a los Wilson y poder vigilarlos más de cerca. —explicó la chica vampiro. Se veía que el plan era completamente improvisado, pero tras haber escuchado eso, a Liam no le parecía tan mala idea.

—¿Creéis que serían tan tontos como para ir a la casa de un hombre lobo? —preguntó Beatrice con la mirada posada sobre las páginas de un libro, encima de la mesa. No estaba prestando mucha atención a la conversación, pero aún así, su inteligencia hizo acto de presencia.

—No tiene por qué ser nuestra casa, Bea... —murmuró Ethan. Entonces, las miradas de los otros tres adolescentes se dirigieron a Liam, que masticaba su bocadillo con tranquilidad.

Tragó el bocado y los miró a ellos con confusión.

—¿Qué...? —empezó a preguntar Liam, pero ya había entendido a lo que se referían—. ¡Ni loco voy a dar la fiesta en mi casa! Mis padres me matarían...

—Oh, vamos. Lily estaría a favor porque sabe que ella también fue adolescente y le gustaban las fiestas. —aseguró Renesmee—. Y si Lily acepta, Jacob también.

Liam comenzó a titubear, buscando alguna otra escusa. No le gustaban mucho las fiestas y menos si eran en su casa.

—Pero el hecho de que los Wilson sepan que soy un humano no quiere decir que no vayan a oler el aroma de licántropo al llegar a mi casa. Ni siquiera querrían cruzar la puerta.

—Lo harían si la casa oliera a vampiro. Y tengo una idea para eso. —dijo Beatrice con una sonrisa. Liam la miró con el ceño fruncido.

𝐀𝐋𝐖𝐀𝐘𝐒 ⋆ renesmee cullen (2)Where stories live. Discover now