CAPITULO XVI

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Pocos minutos después, había cesado mi llanto cuando me puse a pensar quien le había dicho sobre mi a esa mujer puede que haya sido Dean...

Mi cabeza dio vueltas en ese momento, solo el sabia sobre mi como fue capaz de traicionarme así.

Necesitaba pensar así que rápidamente volví a colocar las cartas faltantes a sus respectivos sobre las mandaría mañana a casa no quería tener que llevarlas y a ruega armé a que me las robaran.

Me fui a la cama con eso pensamientos de traición quizá Dean trabaja con Emili pero no se la razón de aquello.

A la mañana siguiente simplemente fui a mensajería debía mandar estas cartas a mi dirección, con suerte hoy me iría de este país y hablaría con Daniel y enfrentaría a Dean.

Salí de la oficina de correos y fui a comer algo antes de ello no había desayunado por aquello de Dean y simplemente debía tener cuidado pues no solo debía cuidarme yo sino también a mi hijo.

Observe mi reloj aun faltaba dos horas para mi vuelo y debía gastarlo de algún modo.

Fui al muelle observando el paisaje no había llamado a Daniel y no tenia ni teléfono celular para aquello.

Camine por los alrededores perdiéndome en los recuerdos de Katy, de Daniel incluso de Dean pues fue un gran amigo hasta cierto punto me enseño todo lo que se ahora - quizá el aun amaba a Caliza por eso me traiciono - pero aun así por que lo niego.

Ya había llegado la hora y debía ir al aeropuerto tome un taxi para llegar a tiempo e irme de este país tan deprimente.

Ya en el aeropuerto es hombre se estación en una parada y le pague por traerme.

El hombre se fue y yo me encamine hacia la entrada del lugar cuando di la vuelta sentí como algo me sujetaba de la cintura y posaba un trapo de mi tapaba mi boca y mi nariz poco después de quede dormida.

Desperté aturdida en un lugar casi oscuro solo iluminaba la parte en la que estaba sentada como una dala de interrogación.

Trate de levantarme pero no podía mía manos estaban atadas en la silla, al igual que mis pies trayéndome a la realidad y recordando lo que paso en el aeropuerto.

- Por fin despiertas - dijo una voz masculina.

- Deberíamos deshacernos de ella ya tenemos los que necesitamos su computador estaba jaqueado y no mando nada a la agencia - dijo una voz femenina.

- La verdad no me importa las pruebas solo el porque odias tanto a esta mujer - dijo la voz masculina al fin haciendo acto de presencia.

Tenia el pelo perfectamente peinado de color castaño y de ojos azules aunque en la oscuridad apenas eran visibles.

Llevaba traje negro y una camisa roja sin una corbata, ya me di cuenta porque Katy lo amaba, tampoco estaba mal.

- Porque ella me robo a mi esposo - dijo acercándose Emili hasta quedar viéndome desde arriba.

- Porque estoy aquí - pregunte aunque ya sabia la respuesta.

- Sabes lo que hiciste Rosa o debería decir Caliza - sino tomando me del cuello con esas una largas pintadas de rojo - aunque ninguno es tu nombre verdad Erika.

Sus palabras en ese momento no hicieron efecto en mi pues ya tenia claro que ella sabia quien era.

- Ahora ya sabes la verdad quien te mando asesinarme hace cinco años - dije con las palabras llenas de ira.

- Tantos años y no lo sabes - dijo soltando me - fue tu hermana claro ella te tenia envidia y solo quería que todo eso fuera suyo.

Ya sabia esa respuesta pero aun en tanto tiempo me negaba a creerlo.

- Deja la Emili esto es conmigo - dijo una voz femenina muy cerca de mi.

- Que oportuno - dijo haciendo un chasquido con sus dedos para que la luz se volteo rendiera, me dio vuelta y ahí estaba una mujer igual a Emili.

La joven atada en otra silla llevaba el pelo ondulado de cabello castaño y ojos caramelo.

Ambas nos miramos unos momentos analizando buscando que decir, bueno al menos yo por mi parte.

- Estas bien - pregunto la joven frente a mi.

- Si, pero ¿tu estas bien? - pregunte - soy Caliza agente de la FBI.

Ella me observo y luego a su hermana tratando de explicarse mi nombre y porque una agente estaba aquí.

- Yo soy Mía hermana de Emili - dijo casi en furia.

- Bueno ya se presentaron ahora que podemos hacer con ustedes.

De pronto un celular empezó a sonar y Emili se volteo al hombre que no había apagado su teléfono.

- Lo siento - dijo sacando el celular y observando unos momentos.

- Te dije que apagaras tu celular, te dije que no quería interrupciones - dijo como una niña haciendo berrinche.

- CALLA TE - dijo el hombre llamado Alex mientras su rostro mostraba satisfacción.

- Te llamo tu noviecita - dijo de manera agresiva separándose de nosotras y caminando hacia el hombre.

- Eso a ti no te interesa - dijo el hombre separándose de ella y saliendo de la habitación junto a Emili gritando mientras lo seguía.

- Mía sabes como llegaste aquí - pregunte.

- Debía encontrarme con alguien y simplemente lo ultimo que recuerdo es ser metida en un auto porque después me durmieron.

- Ya veo - dije, de pronto empecé a sentirme marea.

- Estas bien - dijo Mía.

- Si solo un mareo - dije sonriendo débilmente.

Mientras aun tenía consciencia debía tratar de liberarme y luego a Mía.

Trate de mover mis manos pero las cuerdas fueron atadas con fuerza.

- Tal vez podamos usar eso - dijo señalando con sus ojos a un pedazo de vidrio en el suelo.

- Tienes razón - dije, ahora como lo traigo.

- Enserio estas bien - pregunto.

- La verdad desearía ahora que no uniera pasado esto - dije - pues si no estuviera en este estado no dudaría en ir por ese pedazo de vidrio y liberarnos.

- Enserio lo siento - dijo.

- Yo mas - una voz nos distrajo y ambas miramos hacia la ventana.

- Quien eres - pregunte.

A la joven de cabello largo y castaño y unos lentes color rojo con una cadena en el cuello junto a la ropa negra.

- Mi nombre es Sara...

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