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Apenas eran las 7am y ya me había levantado, no podía dormir. Cada noche soñaba lo mismo, parecía que estuviera atascada en el tiempo o como si estuviera perdida en un océano y cada vez que llegaba a la orilla otra ola venia y me hundía de nuevo al fondo. Era inevitable así que solamente me levanté de mi cama, tome mi cuaderno y comencé a dibujar todo lo que se me pasaba por la mente, al acabar corté cinta y lo puse en mi pared junto a los otros, fue justo en ese momento cuando me di cuenta de que se había acabado el espacio, todo estaba cubierto por dibujos, fotos y posters, mire el dibujo por última vez, luego lo lancé al tacho de basura porque no sabía que más hacer con él.

8am, mi madre ya estaba aquí pero esta vez con una caja, cuando la abrió pude percatar un cuaderno, un libro y una camisa azul.

-Pase por una librería y te compre este libro porque me llamo la atención su portada además de un nuevo cuaderno en blanco

Me quede en silencio por unos segundos, la verdad no me interesaba si me hubiera traído el mejor regalo del mundo, yo solo quería salir de ahí y eso no me lo iba a permitir.

-No necesitaba otra camisa- al decir eso puede notar como su mirada azulada pasó de alegría a tristeza. No pretendía ofenderla pero tampoco lo había hecho conscientemente –gracias por el cuaderno, justamente me quede sin espacio pero ahora podre dibujar más

Le dedique una sonrisa, tome mi libreta y me senté en la silla que estaba a lado de mi ventana, mi mama se sentó en el borde de mi cama y comenzamos a charlar.

Me contó acerca de cómo estaban las cosas en casa y de que mis hermanos me extrañaban, yo también los extrañaba en especial a Colin; mi hermano menor, como mi mamá siempre andaba trabajando yo era la que lo cuidaba y ayudaba en sus tareas pero aun así extrañaba a los demás ya que ellos eran como mis mejores amigos. También me informó que podría salir para fines de octubre lo cual me pareció extraño debido a que no había ninguna fecha importante para esos días, sin embargo sabía que eso no iba a pasar, así que no le di mucha importancia.

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3pm, mi mama ya se había ido hace dos horas y yo estaba dirigiéndome a mis clases hasta que encontré a mi mellizo, Alex, corriendo por los pasillos nerviosamente. Su cabello rojizo estaba húmedo y por su rostro corrían unas cuantas gotas de sudor.

-Levántate, te vas a escapar esta tarde- me dijo

Me quede inmóvil al escuchar esas palabras, nunca me había imaginado de que algo así pasaría y menos que fuera Alex el que me estuviera sacando. Él siempre fue muy educado y nunca desobedecía a mamá. Me levante agarre un suéter y lo seguí, tuvimos que pasar sin hacer ruido y en puntillas por la recepción.

Sin darme cuenta estábamos corriendo a la entrada y ya saliendo del edificio entramos a un taxi. En todo el trayecto me quede apegada a la ventana viendo los edificios, las calles y las personas, simplemente me fascinaba todo debido a que me había perdido de esto por ya casi 6 meses. Paramos en un café y nos sentamos en las mesas que estaban colocadas en la parte exterior.

-Mamá nos va a matar

-No te preocupes yo me puedo encargar de ella, igual ya necesitabas salir de ahí y que mejor tiempo que un sábado por la tarde

No podía contradecirlo ya que era cierto, ni siquiera podía recordar cómo era mi propio cuarto de mi casa, ni estar rodeada de gente que no ves todos los días, le dedique una sonrisa y me concentre en que iba a pedir.

-Esta era una de mis cafeterías favoritas- admití

-Lo sé, por eso te traje aquí pero no te demores mucho ya que tengo planeado más paradas- no pude evitar sonreír cuando escuche eso. Sabía que hoy iba a ser un buen día.

3amDonde viven las historias. Descúbrelo ahora