Purpose 《JungKook》

Capítulo 26

Sí, soy así de problemática
...

Pov JunRyeon

¿Celosa yo? Já, sí claro. Es un buen chiste, un grandísimo chiste. Los celos no van conmigo, soy una persona demasiado liberal. No sé como puede pensar eso, solamente me parecía extraño que estuviera aquí y no con ella como debería.

Ahora me encontraba entrenando con Irene. Aún seguía en eliminar el tronco que me dijiera.

Tengo que aprender a canalizar mi poder, pero me cuesta mucho.

- remove.

Respiré hondo y eliminé el tronco que me había dicho.

- ¡oh Irene! Mira lo hice -la miré, pero no mostraba emoción alguna.

I: ya era hora -sonreí.

- ¿por qué tienes que ser tan negativa? -dije pesadamente.

Llegó un guerrero asignado por la señorita Solji.

x: el entrenamiento terminó. Me la llevaré.

La esposaron y se la llevaron pasando por el puente donde no debía cruzar sola.

Este gran patio es el único lugar en donde puedo estar. Si voy más allá de lo permitido podría perderme.

El territorio de los Jeon en Nueva Orleans es enorme y como no, si se puede decir que son los reyes.

A Irene se la llevaban lejos para la tranquilidad de los empleados, pero tampoco me parece que esté sola.

¿Y si voy? Digo, la señorita Solji, JungKook y Hoseok se están alistando para la fiesta que su familia siempre da en año nuevo; con el fin de recolectar fondos como obra benéfica.

Regresaré antes de que se den cuenta.

Caminé por el puente, donde abajo había un pequeño río congelado. Al llegar al final no pude avanzar más. Estaba cerrado con magia. Lo había tocado y me había pasado corriente.

- ¿cómo era? -jugue con mi pulgar sobre mi labio- Concedas transitum -dije movimiendo ligeramente mi mano derecha- Creo que... -toqué y la barrera ya no estaba- sí -festejé para mí apretándo mis puños con mis ojos cerrados.

Cruzé.

Espera...

Toqué el otro lado y solo había abierto esta pequeña entrada, porque me volvió a pasar corriente.

Irene no me ha enseñado esto, sino las brujas para hacer los trabajos.

Caminé cuidadosamente de no resbalarme con el hielo o toparme con algún animal.

Seguí los pasos del guerrero y de Irene antes de que volviera a nevar y todo esto sea por las puras.

Llegaron a una cueva subterránea.

Me quedé escondida por unas rocas esperando a que no se de cuenta de que estoy aquí y menos mal sucedió así.

El guerrero se fue sin sospechar nada y cuando estuve segurísima de que no rondara; salí.

Bajé las escaleras, hasta toparme con una puerta de rejas y... ¿es en serio? ¿otra barrera?

Quise romperla, pero no funcionaba.

La busqué con la mirada y la vi en una celda, amarrada de las manos por una cadena que estaba en la pared.

- Irene -rápidamente dirijió su vista hacia mí.