Cuando Hikaru seguía en la tierra...... Vol.1 - "Aoi"

Capítulo 2: Parece que Su Alteza el Príncipe le gusta más las chicas-Parte 3

Miss Aoi es una princesa pura.

Hikaru había estado protegiendo a su prometida.

Como su nombre lo indica, las cosas impuras no pueden acercarse a una Alcea blanca pura.

Una vez que llegó a casa, Koremitsu se sumergió en la bañera, con los ojos fijos en el techo.

No estaba en un estupor ni nada por el estilo. Miró al techo porque Hikaru, todavía vestido con uniforme escolar, flotaba allí, rodeado de vapor.

"Las alceas son flores que florecen en pleno verano. Cuando haya suficiente ventilación y luz solar, los tallos verdes crecerán rectos y producirán flores de color rosa cremoso. Son lindas, pero creo que las flores blancas se adaptan mucho mejor Miss Aoi; aparentemente fueron traídas de regreso de Tierra Santa por los cruzados. Una flor que florece en Tierra Santa es perfecta para Miss Aoi."

Continuó parloteando, y era imposible saber si estaba defendiendo a Aoi o promoviéndose como representante de jardinería.

¿Por qué es que tengo que escuchar el discurso de un chico cuando el baño... ?

"¡No quiero escuchar nada que involucre a los hombres - en especial nada que involucre a Hikaru!"

Koremitsu se deprimió pensando acerca de la ardiente angustia en la voz de Aoi mientras gritaba. Estaba lidiando con una princesa que mostró su disgusto y oposición desde el primer momento.

El deseo de Hikaru parecía que nunca podría cumplirse.

¿Terminaré como un delincuente perseguido por un fantasma por el resto de mi vida?

Sintió que no debería haber ido al funeral.

Si pudiera hablar con su yo pasado, Koremitsu le aconsejaría volver a casa después del funeral, para que no sufriera más de lo que ya estaba.

Además, ¿no sería que yo no soy el indicado? ¿No será mejor para él poseer a alguien más?

Sería preferible que Hikaru eligiera un estudiante amigable y disciplinado. Como Koremitsu vio cosas, Aoi no habría sido tan cautelosa con esta otra persona, y habría aceptado los regalos sin ninguna molestia.

Habría un marcado contraste con el delincuente de aspecto feroz conocido como "El rugido de la bestia salvaje" tratando acercarse a ella.

"Solo puedo pedirte este favor, sr. Akagi."

"No tengo amigos de verdad..."

Recordó la mirada que Hikaru le dirigió con esa sincera súplica, y un inexplicable sentido de responsabilidad lo invadió. Un dolor leve llegó a su corazón.

"Esto es muy importante, una promesa muy importante."

Bueno, lo dijiste allí. Ugh - ¿no puedes quedarte con alguien más? ¿Realmente tengo que hacer esto? Guh...

Apoyó la cara contra la bañera, murmurando. Hikaru, quien finalmente había cerrado su charla sobre Alceas, le habló con una expresión mansa.

"Koremitsu, me acabo de dar cuenta de algo."

No me digas que tienes un plan brillante para conquistar el corazón de Aoi, incluso cuando ella está comenzando a odiar a los hombres cada vez más día a día.

Koremitsu levantó la vista con anticipación, pero lo que vio fue a Hikaru vestido con un esmoquin púrpura como si estuviera en Takarazuka Revue.