Los cinco

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Mello
-Buenos días.- escuché a alguien susurrar en mi oreja.

Adormilado, levanté poco a poco la mirada para saber de quién se trataba, Clare.

Acariciaba mi pelo poco a poco mientras me daba pequeños besos en la mejilla. Podría quedarme toda la vida así.

-Venga, levántate.- dijo mientras se acercaba a la ventana para levantar las persianas y que la luz entrara.

Pero en un rápido movimiento la traje hasta mi.

-¡M-Mello!-

-Besarme y esperar que no pase nada luego.- dije mientras me tumbaba encima de ella.-Es un poco ingenuo, ¿no te parece?- susurré en su cuello haciendo que se removiera.

Me encantaba su olor corporal.
Ese aroma propio de ella que me hacía reconocerla al instante era único.

Me acerqué detrás de su oreja para poder oler la parte de su cuerpo que más me gustaba: su pelo.

Sus mechones rojos de mezclaban con mi cabello, y en un intento de intentar meter mi cabeza aún más adentro, me vi tentado por su oreja, su pequeño y delicado lóbulo.

-¡M-Mello!- exclamó al notar mi mordida.

-No hagas ruido, o sino Matt y Sofía nos escucharán.- nada más decir eso noté como su cara se encendía.

Si es que en el fondo era adorable.

Sin embargo, cuando me separé para acomodarme mejor, Clare se tapó inmediatamente con las sábanas escondiéndose debajo de ellas.

-¿Qué haces?-

-N-No me mires.- escuché su voz entrecortada.

-Déjate de tonterías, Clare. No es la primera vez que hacemos estas cosas.- intenté arrancarle la manta.

-Me da vergüenza.- susurró mientras asomaba la cabeza, estaba realmente roja.

No pude evitar sonreír.

Poco a poco le empecé a quitar la manta dejándome ver el camisón con el que había dormido. Incluso yo me sonrojaba en un momento como este.

-Dios, Clare.-

Mis ojos se posaron en sus pechos y poco a poco empecé a acercarme hasta que vi la vergonzosa mirada con la que me observaba.

Eso fue lo que hizo detenerme.

Como si me hubieran lanzado un cazo de agua fría, me levanté de la cama y empecé a vestirme.

-¿Te has enfadado?- me preguntó.

-Me he controlado.- respondí, pero ella solo miró hacia abajo con una mirada triste.-No, no te preocupes, no es algo que se deba presionar y es normal. Han sucedido demasiadas cosas entre nosotros.- y dicho eso salí por la puerta encontrándome con Matt y Sofía.

-¿Ya te levantas?- me sonrió me amigo.-Ayer viniste muy tarde.-

-Ya sabes la respuesta, Matt. No me hagas explicártelo.- dije mientras abría la nevera para coger algo de comer.

-Haz el favor de cuidarla esta vez.- me dijo la peli negra.

Joder.

-Sí, Sí. Tampoco necesito lecciones.- a lo que ella rodó los ojos.-¿Hay algún plan para hoy?- pregunté.

-Matt y yo íbamos al edificio de la SPK.-

-¿Cómo dices?- pregunté como si se estuviese tratando de alguna broma.-¿Qué vais a ver al mocoso?-

De vuelta al vicioWhere stories live. Discover now