Jake baja cuidadosamente las escaleras intentando no hacer ruido para no despertarte, un rechinido se escucha provocando que deje de caminar. Pero al no escucharte gritar molesta por interrumpir tu sueño sigue caminando hasta llegar a la cocina.
Toma un poco de fruta del refrigerador la pica para ponerla en un plato, después sirve un poco de café no muy cargado y decide preparar tostadas con mermelada. No sin antes comer una para dar el gusto bueno, luego de converserse que el desayuno es bueno. Toma una bandeja y pone todo para después dirigirse a la habitación donde duermes como princesa.
Luego de llegar hasta su destino observa que aún duermes, así que pone todo a un lado de la cama.
—Diane, cariño despierta. —babuceas un poco para después bufar.
—¿que hora es?. —te levantas recargando tu cabeza en la cabecera de la cama.
—son las diez de la mañana. —Jake sonríe.
—¡Jake aún es temprano!.—llevas una almohada a la cara.
—vamos, señora Wyler hay que desayunar. —te quitas la almohada de tu cara para mirar a Jake quien tiene una sonrisa en su rostro.
—¿cómo me llamaste?. —sientes como te arde la cara.
—señora Wyler. —Jake ríe al ver tu rostro que ahora ya se volvió rojo como un tomate.
—¿entonces no fue un sueño?.—Jake se acerca a ti.
—pues no se que hayas soñado. —Jake besa tu frente.
—eso lo tomaré como un si. —Jake ríe, para después levantarse de la cama e ir por la bandeja del desayuno.
—hize el desayuno para ti, espero que te guste. Aunque probé la tostadas y no me quedaron tan mal como creí que saldrían. —a sientes para después besarlo.