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Trabajar en la Choi Company no era nada sencillo y Beomgyu lo sabía muy bien, o al menos eso entendía.

Posicionada como la mejor compañía en Corea del Sur por quinto año consecutivo provocando que ingresar a ésta y la competencia para pertenecer en los puestos de trabajo sea aún más intensa.

Sin embargo, ahí estaba Beomgyu, la mano derecha del Ceo, esperando su renovación de contrato por tercer año. Mientras jugaba con sus manos torpemente y exhalaba con mucha frecuencia,  vió por el reflejo una pequeña figura acercándose donde estaba. No dudó en levantar la mirada para encontrarse a la única persona que con la que había podido entablar una amistad en lo que va del trabajo.

Era Taehyun, había ingresado solo un año después del rubio, y se le observaba con una gran sonrisa en los labios.

— Beomgyu. — Saludó Taehyun. — ¿Qué hacés ahí sentado como si te fueran a despedir?

El mayor abrió los ojos automáticamente sorprendido, se paró de inmediato.

— Estoy esperando la respuesta del Mr. Choi. — Respondió. — Pero aún no sale de su oficina.

Taehyun aguantó una pequeña risa pero no se pudo contener explotando en toda la sala.

— ¿De qué te ríes? — Beomgyu frunció el ceño.

— Me rio porque te preocupas demasiado sabiendo que si lo estás. — Dijo con firmeza. — Has sido elegido el mejor empleado los dos años que he estado aquí. — Añadió. — Y aún así, ¿tienes el temor de ser despedido?

Beomgyu empezó a pensar en lo cierto que tenían esas palabras, sonrió un poco más tranquilo.

— Tienes razón Taehyunie, creo que Mr. Choi y yo tenemos una gran confianza y un respeto mutuo ganado en todos estos años que llevo trabajar aquí. No creo que este año sea distinto.

— !CHOI BEOMGYU! — Un grito proveniente de la enorme oficina se hacía presente, asustando a todos los trabajadores que rodeaban la parcela. Muchas hojas volaron y algunos cafés derramados en el piso se hacían notorios.

Boemgyu abrió los ojos al instante notando a la gran figura de la máxima persona en esta compañía. Su cabello gris con pequeñas mechas azules y sus lentes negros que lo hacían ver más serio. Realmente era atractivo y todos en la compañía lo sabían.

Beomgyu corrió rápidamente hacia Yeonjun sin la menor idea del porqué traía ese humor.

— Buenos días MR. Choi, ¿Cómo despertó hoy? — Beomgyu habló con una voz dulce mientras sonreía, sin embargo, fue interrumpido.

— ¿Mi café? — Preguntó Yeonjun ignorando todas las palabras anteriores.

— ¿Perdón?

— He dicho, mi café, ¿Dónde está mi café?

— Eh, disculpe Mr Choi. — Se aclaró la garganta sin perder la sonrisa en su rostro. — Usted no me ha pedido ningún café. — Trató de sonar lo más razonable posible.

Yeonjun rió sarcásticamente, pusó sus manos dentro de sus bolsillos antes de responder.

— ¿No revisas tus mensajes acaso? — La poderosa mirada de Yeonjun penetraba la de Beomgyu. Su mirada era tan intensa que nadie podía controlar.

Torpemente buscó en su bolsillo su teléfono viendo los miles de mensajes que recibió de Mr. Choi sin haberlo notado.

— Mr. Choi. — Trató de sonreír mientras guardaba su celular. — En seguida se lo traigo. — Dicho estas palabras salió corriendo del lugar con dirección a la cafetería.

ARRANGED MARRIAGE  | YEONGYU |Onde histórias criam vida. Descubra agora